Marian Fernández, de 28 años,
soltera y madre de tres hijos de 10, 6 y 2 años ha sido condenada el pasado
jueves a devolver lo hurtado en un supermercado de Vilafranca del Penedès… ¡el
pasado lunes!
El juez, con una celeridad que ya
quisiéramos para otros casos, ha condenado a Marian a una multa de 90 €, por importante
equivalente a la tercera parte de lo hurtado en el supermercado (241 €) en
productos de primera necesidad e higiénicos. Marian está en paro, no cobra
ningún tipo de prestación o ayuda y tiene que hacer frente al pago de una
hipoteca mensual de 1.200 euros.
No deja de sorprenderme la
Justicia de este desgraciado país. ¿Conoce usted a algún juez que haya multado
a Urdangarín con la tercera parte de lo presuntamente afanado (se estima que
más de 1.200 millones de euros)? ¿Conoce a algún representante del mal llamado
Poder Judicial que haya obligado a Rato, pongamos por caso, a “devolver” los
mas de 26.000 millones del agujero de Bankia? ¿Conoce usted a un togado que
haya hecho algo parecido con Jauma Matas, El Bigotes, la Güertel y hasta Roldán?
Y sobretodo, ¿conoce alguien a
algún desgraciado miembro de esa desgraciada Justicia que haya hecho algo
parecido en tres días?
El folklórico ex alcalde de
Jerez, Pedro Pacheco, dijo que la Justicia en España “era un cachondeo” y su
frase subió a los altares. La Justicia
en España no es un cachondeo, es una
mierda.
Ese remedo de bien o principio de la humanidad que es la Justicia, es en
nuestro país, una burla, una incompetencia, una desmesura, un despecho, es un
instrumento de dominación de una clase sobre otra.
En tres días procesan y condenan
a una desgracia en paro. Mientras indultan, sobreseen, amnistían, hacen
prescribir o marean eternamente la perdiz de quien roba, defrauda y saquea a
espuertas.
Estos hechos son fácilmente convalidados
con un puñado de bicarbonato. Una ayuda para combatir el asco. Infinito.
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