En Valencia, tierra de las flores, la luz y el color,
el “caloret” de la corrupción aprieta fallas y mazcletás. El que aspira a
presidente no está imputado, pero el 24 por ciento de su parlamento, sí. Han inventado y reinventado todos los
populismos, todas las bajadas de impuestos a deshora, pero la corrupción
bosteza de arraigo. Puede que a los
valencianos les toque la lotería. Como al “Bizco de Castellón y de la trena”.
Un poco más abajo en la orla mediterránea, en Murcia, un ex
presidente imputado ha impuesto a “su” candidato. Que no está imputado. Aún.
Los corruptos establecen su poder y operan como un espeso tapón.
En Andalucía, treinta años sin renovarse en la etiqueta de
los gobernantes, con un cortijo y una tarta repartida en lotes a personas con
carnet, la presidenta, aparatera y oportunista a partes iguales, disolvió la Cámara bajo el pretexto de “buscar
la estabilidad”. Tras el 22 de marzo el antiguo Hospital de las Cinco Llagas
tendrá de todo menos estabilidad. Un juego a cinco bandas sin mayorías “naturales”.
Salvo las de “orden”, del bipartidismo que desde 1977 tenemos como una de las
siete plagas. De Andalucía, no de Egipto.
¡Como reluce, como reluce, la gran calle de Alcalá, cuando
suben y bajan los clanes mafiosos! Una olla a presión, vamos. Con una “izquierda”
multidividida y una derecha saturada de privatizaciones, escándalos en la Gran
Vía, operaciones gurteles y púnicas y áticos de dudosa propiedad. Algunas
formaciones acuden al perfil moral de ilustres profesores, pero tampoco es eso.
Nos saturaran el cerebro. Y los bolsillos.
Un monaguillo suelto no para de hacer trastadas en
Extremadura. Amarga, cantaba Pablo Guerrero. Un picha floja con la bragueta
abierta ejerce de presidente y de propagandista del autobombo. Para salir
corriendo.
Una señora a la que se olvida declarar una finca de 120.000
metros cuadrados ejerce el gobierno o la dictadura de los imbéciles en Castilla
La Mancha. De cuyo nombre no quiero acordarme. Se presenta a la reelección. Y
lo que es peor, puede seguir gobernando. O lo que sea.
Propician, escuchan, mean y viven en barbecho en
Castilla-León. ¡Que la paz del Señor sea con ellos!
¡Asturias si yo pudiera, si yo pudiera cantarte! Alguien
cercano a sindicalistas-estafadores ejerce el poder desde un “pacto” en el
Principado. Por eso, algunos viven como “príncipes”, aunque se digan “socialistas”.
Ah, y obreros.
Y Cataluña y Euskadi son una saturación aparte. Al Valle de
Arán se va de vacaciones Bárcenas y a los bancos de la Vall de Andorra llevan
sus dineros los Pujol. Y Alicia en el País de las Maravillas –sin pagar impuestos
solidarios- vive en Euskalduna. Sur.
Todo esto da para sudar muchas horas. Y a veces sin
esperanza ninguna.
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