¿Quién de vosotros podría supervivir si el PP volviera a
gobernar? Ante algo así, el profeta Isaías escribía hace tres mil años:
“1:7 Su país es una desolación, /sus ciudades, presa del fuego; /su
suelo, delante de ustedes,/lo devoran extranjeros:¡hay tanta desolación como en
el desastre de Sodoma!”
Esta amenaza pendía sobre mi cabeza paseando por la Judería
de Córdoba cuando decidí acceder a la Bodega de Guzmán. ¡Ay de aquellos que han puesto la esperanza
sólo en sus caballos de hierro, clamaba el profeta!
-
Pepe, ponme
un “medio” de amargoso
-
Tengo unos
boquerones en vinagre que están pa votarlos
-
Voto a esa
candidatura.
La Fiscalía no veía delito en los que donaron al PP más de
un millón de euros en el 2008. El Gobierno no asume responsabilidades sobre el
caso Zaida y se agarra la reforma militar. El PP rechaza en el Senado los ocho
vetos de toda la oposición a la Ley de Seguridad Ciudadana. Leía estas noticias
por encima, con la vista y el alma puesta en los toneles de amontillado y olor
a fritura. Y me iba al fondo de mi
memoria, cuando por “rutas imperiales” la corrupta-casta franquista se
merendaba al medio país que no había fusilado.
“A la voz del ángel huyeron los pueblos, quedaron disipadas las
naciones y al recoger los despojos de los muertos el Señor de los Ejércitos fue
ensalzado.”
De eso se trataba de la salsa del vinagre de los boquerones,
frente a las tinieblas del país y sus gobernantes de pesadilla, aleteando sobre
el espíritu de las aguas de la pobreza indefensa. Había que desafiar aquella
selva de mangantes y políticos nadando en la corrupción. Aquella infamia de
gobierno y oposición. Treinta y ocho años de “lo mismo”. Desde Roldán a
Bárcenas. Desde Granados a los ERES.
-
Pepe, tú
crees que hay justicia en nuestro país.
-
Yo, en lo
único que creo es en la ensalada de tomate con hierbabuena.
La luz del mediodía resbalaba sobre los toneles de roble
americano. El ministro de “injusticia” ya presionaba al sustituto de Ruz y se
tragaba entera a la Conchi, la amiga del alma de Cospedal, juez ad hominen del
caso Gurtel. A la voz del ángel huyeron los pueblos.
No pasa nada si no te mueres. Pueden gobernar otros cuatro
años u otros cuarenta, pensé entre lágrimas. Entonces me decidí:
-
Pepe,
ponme otro medio de amargoso
“1:8 La hija de Sión ha quedado/como una choza en un viñedo,/como una
cabaña en una plantación de pepinos, /como una ciudad sitiada.”
Decía Isaías.
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