No es solo que su ideología y su
política hayan sido el combustible apropiado para convertirnos en ceniza, es
que, además, está el comburente de su chulería e incompetencia.
Ardían tres Parques Nacionales el
pasado domingo, la cuarta parte de la población de una isla era evacuada de sus
domicilios, una Reserva Boscosa, Patrimonio
de la Humanidad, estaba en trance de desaparecer, y el ministro del “ramo”
estaba en los toros, ejerciendo de
español a la goyesca.
Nuestro gobierno es un desiderátum.
Lo reúnen todo. Son fachas, chulos, incompetentes, folklóricos e
irresponsables.
Arias Cañete viene de una
trayectoria conocida. Parece que no se ha acabado de bajar del caballo de su
señoritismo andaluz, adquirido vía braguetazo, y anda incendiándonos la vida y
los bosques con su insufrible presencia de capataz jerezano. Ha dado muestras históricas de machismo, de racismo, de deslenguarez y de
obscenidad sobre lo obsceno. ¡Y el tío se va a los toros a contarle chistes al Borbón, que es su
especialidad, mientras el país es una tea encendida!
¡Tolerancia cero al asalto a los
supermercados! Ha dicho otro ministro, opusdeista él, agresor puritano él, burlesca
imagen del orden él. Es decir que no hay tolerancia cero con los que defraudan
miles de millones al erario público, a los que se amnistía su evasión y
blanqueo, no hay tolerancia cero con los banqueros que han inflado hasta reventar
una burbuja de demencia y de ladrillos y tiene que haber cero tolerancia a
quien “roba” dos garrafas de aceite de oliva que reparte entre desempleados,
seguidamente.
Y, mientras, el país se
quema. Los bomberos de León hicieron un
informe antes de intervenir en un incendio. Cuestionaban si su actuación no lo
empeoraría. Material obsoleto, falto de mantenimiento y escaso. Ausencia de
prácticas y entrenamiento.
Los recortes en prevención han
sido la causa que se haya multiplicado por cinco el número y las hectáreas
afectadas por incendios este verano. Las perdidas ocasionadas multiplican por
doscientos el teórico ahorro producido con el recorte. Igual con todo.
No poseemos idea exacta de su
incompetencia, pero va pareja a su chulería, y esta es mucha.
Este país es una mierda, sus
gobernantes, dos, y su Jefe de Estado, tres. En el orden del espíritu y los
sentidos, son una altanera inutilidad, sin lugar y sin término.
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