sábado, 19 de septiembre de 2015

Llanto por la democracia perdida a las cinco de la tarde





Republicación de otra entrada del 16 de septiembre de 2012 tras ser premiada en un certamen literario. 

Eran las cinco en punto de la tarde.
Un país, una democracia herida
a las cinco de la tarde.
 

Un pueblo atado de pies y manos
a las cinco de la tarde.
 

Lo demás eran mentiras  y votos robados
a las cinco de la tarde.
 

Riesgo, primas y estafas
a las cinco de la tarde.
 

Y una historia de engaños y banqueros
a las cinco de la tarde.
 

Nos robaron la salud
a las cinco de la tarde.
 

Nos quitaron la enseñanza pública
a las cinco de la tarde.
 

Nos dejaron sin cultura

a las cinco de la tarde.
 

Saquearon los ahorros
a las cinco de la tarde.
 

Nos hicieron pagar sus burbujas
a las cinco de la tarde.
 

¡Y el pueblo, solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
 

Cuando el sudor de la vergüenza  fue llegando
a las cinco de la tarde,
 

cuando la libertad se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
 

la muerte heló desahucios
a las cinco de la tarde.
 

A las cinco de la tarde.
A las cinco en punto de la tarde.
 

Un bochorno de recortes
a las cinco de la tarde.
 

Bancos y cajas desparramadas
a las cinco de la tarde.
 

El armario no se abría
a las cinco de la tarde.
 

El desfalco de la libertad
a las cinco de la tarde.
 

A lo lejos ya vienen sus ladronas señorías
a las cinco de la tarde.
 

Sus mentiras les embriagan
a las cinco de la tarde.
 

Generales y banqueros
a las cinco de la tarde,
 

Nos  llenaban de cadenas
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.

 

¡Ay qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco estafadas de la tarde!

No hay comentarios:

Publicar un comentario