El Reprobao
(El gran cantaor "Juan Breva")
El PP es un gran magma de manzanas con
gusanos y “yo no sé nada”, un fuego fatuo de cuyo fósforo se generan, a veces,
políticos repeinados, señoritos de cortijo de un pueblo andaluz que un día le
dijeron a su gañán:
-
Yo voy a ser alcalde.
-
¿De Guadalcázar?
-
De donde se ponga.
-
¿Y la gomina?
-
La llevo puesta.
He aquí que nuestra dulce geisha logró su
objetivo, prometiendo que si en la urbe damnificada había “un solo parado más”
en el momento de la reelección no se presentaría a las elecciones.
Como era previsible no cumplió su palabra y
este zagal político se atrincheró en los sillones. Por magnetismo aparatil
permaneció pegado a los mismos, en versión localista-autonómica hasta que a una
concesionaria de embutidos con sede en aguas abajo del Guadalquivir le sonó la
flauta ministerial.
Y nuestra geisha dulce le acompañó en la
derrama de cargos.
-
Oye, chaval. ¿Tú sabes lo que es la
Dirección General de Seguridad?
-
Es una cosa con policías que sirve
para chivarte a los amigos.
-
¿Chivarte, de qué?
-
De que un juez con toga y esas
cosas te está investigando.
-
¡Vete con tu obispo!
Impelido a la política nacional con despacho
y moqueta, al campiñés (de la Campiña), pronto se le hizo la picha un lío. Un día mantuvo una reunión en su despacho oficial con
un chorizo de Cantimpalo bajo el pretexto de hablar de cositas de los mercados.
Pero el chorizo era hermano de una fábrica de embutidos investigados y la cosa dio
que sospechar. El de Cantimpalo, alborozado,
se le dijo a su hermano nada más salir de la moqueta:
-
La cosa ha ido muy bien, pero no te
lo puedo decir por teléfono.
-
¿Por qué, pissha?
-
Porque te están grabando, gili.
-
¡Me voy para el Canal!
Tuvo que ir a Comisión de Investigación donde
se hizo el mártir. ¿No se puede ser guapo, de derechas y de Córdoba? Se
preguntaba. Con este equipaje tan sólido lo sentenciaron. Al canal de los reprobrados. Con gomina y
todo.
Y ahí está en este instante de su biografía.
Camino del sopapo y lo residual.
-
Venimos a decirle que la política
se ha acabado para usted.
-
¡Y ahora qué hago, si ya ni soy “presidente
provincial”!
-
Puede probar a jugar al parchís.
-
¡Si. Cómo Ricardo Rojas!
-
En CajaSur le encontraran algo.
Algunos teóricos opinan que “El Reprobao”
aguantará pegado al sillón. Loctite se llama la cosa.
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