Miguel de Cervantes Saavedra fue
condenado y estuvo preso en la cárcel de Sevilla por irregularidades en las
cuentas de su cargo de “inspector de arbitrios y abastecimiento”. Se puede
decir aquello “de casta le viene al galgo”.
Lo que nos han vendido como “ejemplar
y modélica transición” no ha sido sino el reparto a pedazos de un botín y el
lavado de cara de un saqueo a conciencia de los recursos y cuentas públicas de
una desgracia de Estado y Nación.
Es desvelamiento desvergonzado de
como Jordi Pujol expoliaba en beneficio propio las obras públicas en Cataluña
es solo la parte visible de una realidad mucho más amplia. Felipe González
gobernó con pleno conocimiento de esta realidad, como confirman las palabras de
Pascual Maragall el 24 de febrero de 2005 en el Parlament, “su problema es el 3
%”.
El gobierno de Aznar fue hasta “aliado
en la intimidad” de este desafuero. Y mientras tanto una camada de ladrones saqueaba
a conciencia hasta la rosa del alféizar.
Solo basta con poner los nombres:
Banca Catalana. Fondos reservados. Matesa.
Flick. Kio. Aceite de colza.
Filesa. Time-Export. Casinos.
Juan Guerra. Godó. Gran Tibidabo.
Ibercord. Urbanor. Estevill. Turiben. Salanueva. Prenafeta. Roldán. Banesto.
Naseiro. Ormaechea. Pallerols.
Tabacalera. Gescartera. Afinsa.
Forum Filatélico. Jesús Gil. Estepona.
Malaya. Gürtel. Jaume Matas. Roca.
Palma Arena. Camps. Cotino. Pretoria.
Rato. Botín. ERES. Invercaria. Del Nido.
Minutas. Blesa. Preferentes. Caja Madrid. Eurobank. Millet. Urdangarín. Campeón. Nueva
Rumasa. Brugal. Palau. Bankia. Díaz Ferrán. Pujol. Noos.
Bostwana. Bárcenas. Sobres…
¿Se puede reunir más desvergüenza
en menos espacio y tiempo? Además, el
desparpajo de glosar el modelo y el sistema como “ejemplar” y “democrático”.
Hemos estado –y estamos- gobernados por la mayor cleptocracia que se haya
reunido y confabulado nunca en el planeta.
Desde inciertas madrigueras unos
seres variopintos, neoliberales se dicen ellos, han puesto al país en almoneda.
Han quebrado todos los derechos y garantías, han sacado a subasta y expolio la
menor empresa pública, han rapiñado con todas las financiaciones ilegales, se
han lucrado con falsos “eres” y falsos cursos de formación. Han robado hasta lo
inimaginable.
Un ejemplo supremo. La autoridad
del Banco de España ha visto, imperturbable, como se desmoronaba toda la
estructura y recursos de las Cajas de Ahorro, y cada vez que aparecía en
público era para pedir que “se congelaran los salarios o bajar el salario
mínimo”. Era su máxima, y única preocupación. Que 34 de las 35 empresas del
Ibex tributen en paraísos fiscales no les llevaba a motivación o denuncia alguna.
¿Crisis? Tenemos un estado de
risa, con una deuda pública equiparable al PIB de todo un año, con una asociación
criminal como partido de gobierno, con una oposición corresponsable y manchada
y con unos bancos y banqueros viviendo en el paraíso.
¿El pueblo? Parados, hambrientos,
desahuciados, pobres y millones de niños tras el umbral de la pobreza.
El libro más leído es el de una
tal Belén Esteban y el Presidente del Gobierno tiene el “Marca” como lectura de
cabecera.
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