martes, 3 de febrero de 2015

amarillo de estrellas: Pactos, fotos y otros excrementos

amarillo de estrellas: Pactos, fotos y otros excrementos: El bipartidismo, medio difunto, se ha exhibido en público con una foto de oportunidad en un desteñido paisaje de banderas institucio...

Pactos, fotos y otros excrementos



El bipartidismo, medio difunto, se ha exhibido en público con una foto de oportunidad en un desteñido paisaje de banderas institucionales y rancio sentido de “Estado”.

Dicen que la foto  es una cabal exactitud de lo que se nos avecina.  El llamado pacto antiterrorista produce terror en sus enunciados y, desde la consagración de la cadena perpetua hasta un férreo control de las redes sociales,  destila espíritu antidemocrático y refuerzo del autoritarismo en auge.

La  foto puede ser premonitoria y el anticipo de una política de pacto. Obsceno contra obsceno. Amenazados en su disfrute eterno del poder y sus bagatelas: financiaciones ilícitas, enchufismo y contratos, este poder de dos caras se apresta a “tomar” ayuntamientos, gobiernos autonómicos,  diputaciones, parlamentos e instituciones de todo tipo.

En algún momento de este fatídico año,  PP y PSOE irán más lejos de una foto entre banderas y con todas las caretas de su siniestro carnaval caídas,  formalizaran un acuerdo de gobierno, que no logrará evitar lo peor: su desnuda oscilación hacia el precipicio.

Oye uno las declaraciones de individuos y capitostes de ambas formaciones, (González, Aznar, Bono…) y le entra el terror a la peste de alcantarilla.

Hablan de la  "estabilidad institucional" con carácter general, gobierno central incluido, y, uno, pobre papeleta de voto desnuda, se echa a temblar.

Van a empezar por Andalucía, donde ya la “estabilidad” ha rendido un servicio a la ambición personal de una aparatera embarazada. El pacto está cantado. La bisutería de Triana solo tiene la alternativa de una casi imposible mayoría absoluta, de no alcanzarla se repartirán los sillones, los cargos, las dietas, los tribunales de cuentas y el ignominioso archivo de miles de casos de corrupción pendientes. Es así como irradian mentira y demagogia para tranquilidad de banqueros y señoritos de casino.

Será la “prueba del 9” para acostumbrar al personal. Con la vainas de la “seguridad y la estabilidad” van a martillearnos todo el año. Cánovas y Sagasta. Hoy por ti, mañana por mí.  Cinco y cuatro son más que ocho. El desnudismo de la ideología en el ambulatorio de la razón de la mesa camilla.


“Te cambio un ERE por un Gurtel y tiro porque me toca”. Su máxima certidumbre es la impunidad. 

¡Música, maestro!

martes, 20 de enero de 2015

amarillo de estrellas: El PP nunca tiene la culpa

amarillo de estrellas: El PP nunca tiene la culpa: El fiscal del caso Gurtel ha hecho un extenso relato donde encuentra culpable al PP de mantener una contabilidad “B” y una financia...

El PP nunca tiene la culpa





El fiscal del caso Gurtel ha hecho un extenso relato donde encuentra culpable al PP de mantener una contabilidad “B” y una financiación ilegal durante quince años. No lo dice ningún candidato de algún partido de izquierdas ni ninguna prensa dada al sensacionalismo: lo dice el fiscal de un caso que lleva siete años instruyendo la causa.

En cualquier país normal, un hecho de esta naturaleza, con decenas de cargos del partido imputados para los que se piden más de cien años de cárcel, provocaría la dimisión inmediata de todos los responsables orgánicos del partido durante ese período de tiempo hasta que la causa se viera y se juzgara en los tribunales. El PP dice que “no es una causa del PP, sino contra el PP”. Las víctimas.
Esto no es sino una estrategia que el Partido Popular viene aplicando desde hace mucho tiempo: la culpa es de los demás. O del empedrado.

En el hundimiento del Prestige en las costas gallegas en 2002, para las autoridades gallegas o nacionales, el único culpable fue el capitán del barco, el griego Mangouras. Incluso Ana Botella fue más allá, como acostumbra, en su filosofía profunda: "En la catástrofe del Prestige sólo hubo un culpable: el barco".  El capitán o el barco.

En la catástrofe del Yak-42 en 2003, murieron en Turquía 62 militares españoles y 13 miembros de la tripulación, los culpables según Federico Trillo fueron “tres militares que recibían órdenes pero que actuaron por su cuenta”. Los que actuaron por su cuenta.

En el atentado del 11-M de  2004,  con 198 muertos, el Gobierno de José María Aznar trató en vano de culpar a la banda terrorista ETA, con llamamientos a los medios de comunicación, circulares a instancias internacionales y ruedas de prensa dirigiendo la responsabilidad a los etarras. Ángel Acebes, insultó a quienes dijesen o creyesen otra cosa.  ETA.

En el  accidente del Metro de Valencia en 2006, con  43 muertos y 47 heridos, ocultados a la opinión pública y silenciados por la televisión valenciana, la culpa según la Generalitat Valenciana encabezada por Francisco Camps  fue del conductor, Joaquín Pardo, uno de los fallecidos. El muerto.

Al inicio de la crisis económica, en 2007 la conclusión del Gobierno fue  “que los ciudadanos, que han vivido por encima de sus posibilidades”.  La irresponsabilidad (e ilegalidad en muchos casos) de las entidades financieras, las leyes alentando la especulación inmobiliaria redactadas por el Gobierno Aznar, la falta de control de los mercados y la corrupción para enriquecerse desde las instituciones, para el PP, no tuvieron nada que ver.  Los ciudadanos.

Cuando el escándalo del  Caso Bankia empezó a asomar, que Miguel Blesa, compañero del colegio de Aznar, utilizara Caja Madrid como su propio cortijo para comprar a políticos y sindicalistas, haciéndolos ricos y haciéndose él más rico aún a costa de estafas (preferentes) no tenía la menor importancia y Aznar “puso la mano en el fuego” por su amigo y por su honradez.  Que la caja madrileña pasase a ser un banco presidido por Rodrigo Rato, ex vicepresidente de Aznar y presidente del FMI, en una operación que ha esquilmado las arcas públicas (23.000 millones de aportación del dinero de todos)  no cuenta. El único condenado por ahora a 17 años de inhabilitación es el juez que se atrevió a hacer pisar la cárcel a Blesa, Elpidio Silva.  No se han atrevido a expulsar a Rato y él ha pedido la baja en el partido.  El juez.

En el  accidente ferroviario en Santiago de Compostela en 2013,  según el Gobierno, sólo el maquinista que conducía el tren, Francisco José Garzón, fue el responsable de hacer colisionar el Alvia en la curva 'A Granderia' de Angrois, a 3 km. de Santiago de Compostela (A Coruña) y que muriesen 80 personas y hubiese decenas de heridos y traumatizados.  La insuficiente señalización de la vía, el precario sistema de seguridad para los cambios bruscos en la alta velocidad (220 a 80 km/h), las recomendaciones continuas de los maquinistas para que se resolviesen éstas y otras deficiencias no tienen ninguna trascendencia. Una diputada del PP de la Asamblea de Madrid, víctima del accidente, ha dimitido y no ha sido responsabilizada del mismo por casualidad. El responsable segundo del Ministerio de Fomento, Rafael Catalá, ha sido ascendido a ministro de Justicia. El maquinista.

En la tragedia en la frontera de  Ceuta del pasado año,  la conclusión de Interior es que los 15 inmigrantes que intentaron llegar a España a nado en la frontera de Marruecos con Ceuta son culpables de su propia muerte por ahogamiento. Que el material antidisturbios de la Guardia Civil (bolas de goma, botes de humo y cartuchos de fogueo) impactara contra los débiles nadadores es lo de menos.  La culpa fue de los muertos.  Los inmigrantes.

En la reciente crisis del ébola, la enfermera Teresa Romero ha sido  señalada como culpable por el PP y por el Consejero de Sanidad de la Comunidad Madrileña, pues fue culpabilizada por tocarse la cara con el traje de protección tras atender al misionero García Viejo, infectado en África. El perro Excalibur fue sacrificado sin contemplaciones. La enfermera y su perro.

En el caso Gurtel que instruye el juez Ruz, con un registro de la sede del PP incluido, el primero en caer fue el juez que comenzó la investigación de la trama de corrupción incrustada en el Partido Popular, Baltasar Garzón. El Tribunal Supremo condenó a once años de inhabilitación al magistrado. Que buena parte de los encarcelados por la Gürtel, incluido el cabecilla Francisco Correa, estuvieran en la boda de la hija de Aznar o en las administraciones y puestos orgánicos del PP es lo de menos. Las escuchas ilegales.

Luis Bárcenas que hoy puede tener la libertad bajo fianza de 200.000 euros, después de descubrírsele una fortuna de 42 millones en Suiza, se mantuvo en el partido meses y años después de conocerse los hechos. Dolores de Cospedal, en un farragoso parlamento lo trato de justificar como un “finiquito diferido”.  Rajoy le mandó SMS de ánimo aun cuando ya se conocían la mayoría de los delitos.  El finiquito. O el diferido.

Sean el barco, el juez, el maquinista, los muertos, los pilotos, ETA, las escuchas, la enfermera, su perro o el finiquito, el PP nunca tiene la culpa.


Y de castigo, Carlos Floriano, se encarga de explicárnoslo, en cada evento. 

lunes, 19 de enero de 2015

Versión de "La Saeta"






Dijo una voz “popular”: (del partido)

"Quien me presta una mordaza
pa hacer una dictadura
y a todo el pueblo español
irlo metiendo en cintura”.

oh, la saeta al cantar
a este pueblo soberano 
siempre amarraó de las manos
siempre por esclavizar”.

cantar de los silenciaos
que en todas legislaturas 
les dictan leyes obscuras
que los dejan amarraos.

cantar de la tierra mía
que votando a los peperos
nos dejan en la agonía
mientras roban los dineros.

oh, no eres tu mi cantar
no puedo cantar, ni quiero
al dictador bananero
sino al pueblo en libertad.

oh, no eres tu mi cantar
no puedo cantar, ni quiero
a ese pueblo pordiosero

sino al que no se deja atar. 

martes, 13 de enero de 2015

Un ego como la Torre del Oro o el próximo tren no se me escapa



En aquel piso del barrio de Triana había un cuadro con el retrato de Pablo Iglesias y un poster con un fotograma de Novecento, esto es casi todo lo que le hace decir que ella es “roja”, pero “decente”, que como un elogio o fideo de la caverna le regala Inda cuando pelotea al PSOE.

En realidad, Susana Díaz Pacheco, es una aparatera, de carnet y tribu de papeleta,  que ha reunido tropecientos cargos públicos y orgánicos de un partido pegado al poder andaluz como una ventosa. O lapa.

Pero siempre se cumplen ciertos ritos, ahora, recordando al “gran estadista” que fuma puros con carnet de identidad colombiano, todo el mundo dice que es “muy brillante”. Si, como el arroz, pero tardó diez años en terminar la carrera de Derecho en una facultad donde había más profesores, militantes de su partido,  que esquinas en el Barrio de Santacruz.

-           Tendrás que hacer algo hermosa.
-           Yo soy hija de fontanero y me acuesto a las ocho.
-           Pues el partido que nos da de comer se cae.
-           Eso, el infierno son los otros.

Se metió en el partido hasta las cejas, despachos y listas, y no salía de allí. No se movía y salía en todas las fotos.  Luego, para disimular, dice que cuando fue imputado el primer cargo del partido de las cuatro letras ella estaba en BUP.

¡Y siempre ha trabajado mucho! ¡Él no va más! Ha dado clases particulares y vendido cosméticos a domicilio, lo que aprovechaba para repartir propaganda de los de “cien años de honestidad y honradez”. Con cuarenta de vacaciones y las excepciones de ERES y Fondos de Formación.

Se ha tomado muy serio lo de “la prioridad absoluta de Andalucía y los andaluces” en sus ideas y su mente, pero eso también lo decía Chávez y ahora está a las puertas del Tribunal Supremo.

Para la casta las tardes se están haciendo muy largas y alguien coge un aire de dignidad cuando pide que este o aquel devuelvan el dinero de su contrato-beca y a alguna, la que tenía un ratón, se le olvida que la persona que duerme en su mismo colchón tiene un opaco asunto de cursos de formación, por un montante muy, muy superior a una bequita, con una mínima o nula aclaración.

-           Los corruptos son los demás.
-           ¿Qué dice, señora presidenta?
-           Que nosotros somos “mu decentes”
-           Y rojos, que no se le olvide.
-           Eso que lo diga el Rey de Marruecos. O Eduardo Inda, que no está a favor del bipartidismo.

-            
Susanita ha descubierto la hondura de la razón de Estado y, segura de cierto batacazo próximo, no está dispuesta a que el tren pase otra vez sin cogerlo.  Cuando se estén lamiendo las heridas, vendrá ella, desde el proletariado trianero a salvar a su partido y al mundo.

Pero la peste bipartidista ha producido muchas víctimas y aunque ahora va a tensar la cuerda para poner fin al pacto con “los comunistas” y salvar a Andalucía de las hordas de Lenín,  le puede ocurrir como a Sansón. Que muera en el templo con todos los filisteos dentro.  Y entonces los ERES, y sus beneficiados con carnet,  saldrán por la ventana.


viernes, 9 de enero de 2015

Veinte poemas de “desamor” y una canción desesperada



En diciembre de 2010 escribí un artículo  titulado casi de igual manera que el actual. Alguien muy cercano me ha animado a que dado que tuvo un cierto eco, lo “actualice”. Allá que voy.


No creo en esta Democracia, ni en este Régimen, ni en este Estado, ni en su Presidente, ni en ninguno de sus ministros, asesores y leguleyos.  No creo en el Rey, ni en la realeza ni en la monarquía ni en ninguno de los reyes que en el mundo han sido.

No creo en la Unión Europea ni  en sus  inútiles y costosos  Parlamento de Bruselas y Estrasburgo. No creo en los “organismos” Europeos,  ni en su Banco Central, ni en Fondo Monetario Internacional,  ni en la madre que los parió.

No creo en la Banca ni en los Banqueros, ni en las Cajas, ni en los curas que las han gobernado y arruinado. Ni en la “burbuja inmobiliaria”, ni en el puto liberalismo de las narices.

No creo en los USA ni en su democracia, alimentada de guerras contra los débiles  y la explotación sistemática de las riquezas ajenas. No creo ni en sus presidentes, ni en su diplomacia, ni en su permanente ejercicio de la mentira, el espionaje ajeno y en la tortura, demostrada miles de veces, de personas y países.

No creo en los llamados “valores” de Europa y Occidente, basados en la hipocresía, la avaricia y la insolidaridad, el sobredimensionamiento de unos hechos y el ocultamiento sistemático de otros.

No creo en la Iglesia Católica ni en el Papa ni en el Vaticano. Ni en los cardenales, obispos, curas y monaguillos. Ni en su falso mensaje de humildad e igualdad entre los humanos cuando se fundamentan y viven en la ostentación y el enorme apego al poder, la riqueza y las prácticas pederastas.

No creo en la Justicia ni en los jueces de mi país de nacimiento, ni en los fiscales, ni en los tribunales ni magistraturas, ancladas, emocional, política y jurídicamente,  en el régimen franquista y predispuestas a condenar a los débiles y proteger, hasta el éxtasis, a los poderosos.

No creo en la llamada “Transición” ni en las leyes y prácticas a que ha dado origen, ni en la capacidad de democratización de las oligarquías que han gobernado y gobiernan este país, que producen una Casta y unos partidos tan corruptos como su financiación y como el control que hacen de los medios de comunicación
Estos son mis valores, y a diferencia de lo que dijo Groucho Marx, para el que no le gusten, no tengo otros.

Me quedo con las letras populares del flamenco, concretamente con una de ellas y lo que representa “ya va llegando la horita de que las agüitas vuelvan a su cauce. Las esquinas con sus nombres, ni reyes, ni santos, ni frailes ni roques”.


Pues eso.

¡Y mierda, no encuentro el nolotil!


¡Y no amanece!