El bipartidismo, medio difunto,
se ha exhibido en público con una foto de oportunidad en un desteñido paisaje
de banderas institucionales y rancio sentido de “Estado”.
Dicen que la foto es una cabal exactitud de lo que se nos
avecina. El llamado pacto antiterrorista
produce terror en sus enunciados y, desde la consagración de la cadena perpetua
hasta un férreo control de las redes sociales,
destila espíritu antidemocrático y refuerzo del autoritarismo en auge.
La foto puede ser premonitoria y el anticipo de
una política de pacto. Obsceno contra obsceno. Amenazados en su disfrute eterno
del poder y sus bagatelas: financiaciones ilícitas, enchufismo y contratos,
este poder de dos caras se apresta a “tomar” ayuntamientos, gobiernos autonómicos, diputaciones, parlamentos e instituciones de
todo tipo.
En algún momento de este fatídico
año, PP y PSOE irán más lejos de una
foto entre banderas y con todas las caretas de su siniestro carnaval caídas, formalizaran un acuerdo de gobierno, que no
logrará evitar lo peor: su desnuda oscilación hacia el precipicio.
Oye uno las declaraciones de
individuos y capitostes de ambas formaciones, (González, Aznar, Bono…) y le
entra el terror a la peste de alcantarilla.
Hablan de la "estabilidad institucional" con
carácter general, gobierno central incluido, y, uno, pobre papeleta de voto
desnuda, se echa a temblar.
Van a empezar por Andalucía,
donde ya la “estabilidad” ha rendido un servicio a la ambición personal de una
aparatera embarazada. El pacto está cantado. La bisutería de Triana solo tiene
la alternativa de una casi imposible mayoría absoluta, de no alcanzarla se repartirán
los sillones, los cargos, las dietas, los tribunales de cuentas y el
ignominioso archivo de miles de casos de corrupción pendientes. Es así como
irradian mentira y demagogia para tranquilidad de banqueros y señoritos de
casino.
Será la “prueba del 9” para
acostumbrar al personal. Con la vainas de la “seguridad y la estabilidad” van a
martillearnos todo el año. Cánovas y Sagasta. Hoy por ti, mañana por mí. Cinco y cuatro son más que ocho. El
desnudismo de la ideología en el ambulatorio de la razón de la mesa camilla.
“Te cambio un ERE por un Gurtel y
tiro porque me toca”. Su máxima certidumbre es la impunidad.
¡Música, maestro!
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