No me gusta la cabra de la
legión. No me gusta la Legión ni los legionarios. No me gusta el bombo de
Manolo. No me gusta Belén Esteban. No me
gusta “Sálvame”. No me gusta el toro de Osborne. Ni Bertín. No me gusta la
televisión basura. Ni la basura de la televisión.
No me gusta Eduardo Inda. Ni
Marhuenda. Ni el “El Mundo” ni sus lectores. Ni “La Razón” ni sus lectores y
redactores. No me gusta “ABC” ni sus lectores, ni redactores, ni editores. No
me gusta “Tele5”. Ni “Antena 3”. Ni “La 1 y la 2 del PP”. No me gusta la basura
partidista televisada de los bancos.
No me gusta Bárcenas. No me gusta
Rato. No me gusta Rita. No me gusta Camps. No me gusta Granados. No me gusta
Esperanza, la marquesa. No me gusta
Pujol. No me gusta Chaves. No me gusta Griñán. No me gusta el 3%, ni la
Gürtel, la Púnica, los ERES, ni la madre que los parió.
No me gusta Aznar ni su Botella.
No me gusta Felipe, ni sus yates, ni sus puros, ni las cuentas de su parienta en
Panamá. No me gusta el Borbón. No me gustan los Borbones. No me gustan los
borrachos. No me gustan los corruptos. No me gustan las monarquías, ni matar
elefantes, ni tener cuentas en Suiza, Andorra, Panamá y cualquier paraíso fiscal.
No me gusta Franco. No me gustan
los franquistas de antes. No me gustan los franquistas de ahora. No me gusta el
Valle de los Caídos. No me gustan los 170.000 mártires del fascismo enterrados
en cunetas. No me gusta Fraga, ni sus tirantes ni el partido que fundó. No me
gustan los que “condenan” enérgicamente el “terrorismo” y no condenan ni al
franquismo ni a su genocidio.
No me gustan las políticas
neoliberales. No me gustan los que recortan “gasto” social y derechos de todos
y cobran para sí comisiones y sobresueldos. No me gustan los que hacen soportar
al erario público los agujeros millonarios de los bancos y de los banqueros. No
me gustan los que desahucian. No me gustan los banqueros. Ni los ladrones a
punta de BOE.
No me gustan los ministros
manipuladores, prevaricadores y hacedores de pucherazos. No me gustan los
ministros que roban. No me gustan los ministros que mienten. No me gustan los
ministros que mienten y roban y usan puertas giratorias.
No me gusta el folclorismo. No me
gusta el papanatismo. No me gusta la Guardia Civil, ni los pasodobles, ni
Manolo Escobar, ni su “Viva España” para molestar a catalanes y vascos ni los
que lo cantan. Ni los curas, frailes, monaguillos ni la Iglesia institución. Ni los
Obispos ultramontanos y su complicidad con el franquismo y cualquier forma de
poder. Ni la pederastia ni los que la
ocultan, toleran o disculpan. Ni la violencia de género ni los que no hacen
nada por impedirla. Ni la “capa” del cardenal –aunque ya esté “capado”- . No me
gusta el maltrato animal. No me gusta el “Toro de la Vega” ni la “cabra
arrojada desde el campanario”, ni los “bous al carrer”, ni las peleas de
gallos.
No me gusta la Andalucía de 37
años de falso “progreso” del PSOE. No me gustan las “andalucistas por
oportunismo”. No me gustan las demagogas. No me gusta Susana. No me gusta vivir
en la región con más paro y más pobres de Europa. No me gusta el “centralismo
sevillano”. No me gustan los estómagos agradecidos. No me gusta el servilismo
político en los medios de comunicación. No me gusta “Canal Sur”.
No me gustan los que meten la
mano en la hucha de las pensiones. No me gustan los que mantienen al 50 % de
los parados sin prestación alguna. No me gustan los contratos basura. No me gusta
los casi dos millones de jóvenes exiliados a la fuerza. No me gustan los
corruptos. No me gustan los ladrones. No me gusta el PP. No me gusta Rajoy.
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