sábado, 29 de abril de 2017

Los 40 principales (Edición Valencia)

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.  LOS 40 PRINCIPALES (EDICIÓN VALENCIA)

1.       Rita Barberá
2.       Francisco Camps
3.       Carlos Fabra
4.       Eduardo Zaplana
5.       Juan Cotino
6.       Rafael Blasco
7.       Alfonso Grau
8.       Ricardo Costa
9.       Alfonso Rus
10.   Sonia Castedo
11.   José Joaquín Ripoll
12.   Milagrosa Martínez
13.   Vicente Rambla
14.   José López Jaraba
15.   Consuelo Ciscar
16.   Pablo Martín Mira
17.   Luis Díaz Alperi
18.   Enrique Ortiz
19.   Esteban Cuesta
20.   Enrique Crespo
21.   Serafín Castellano
22.   Luis Esteban
23.   David Serra
24.   Justo Valverde
25.   Luis Lobón
26.   Pedro Ángel Hernández Mateo
27.   María José Alcón
28.   Máximo Caturla
29.   Lola Jhonson
30.   Helga Schmidt
31.   Angélica Suchs
32.   Yolanda García
33.   Domingo Parra
34.   Eusebio Monzó
35.   Niurka Montalvo
36.   Ángel Fenoll
37.   Pedro García
38.   Jorge Vela
39.   Vicente Sanz
40.   José Luis Olivas 

jueves, 27 de abril de 2017

¡Nos roban!





Arrasados nuestros ahorros, enajenados nuestros recursos, aniquilada nuestra sanidad, subastados a la baja nuestros contratos de trabajo, expoliadas nuestras pensiones, ultrajados en nuestra educación, sólo nos queda el espíritu. El alma, la dignidad, el insomnio.

Es un robo sistemático y del sistema. Con publicidad y engaño. Con los medios informativos o caverna comprados por los ladrones. Con mordaza. Con ocultación y alevosía. Con el silenciador de pactos debajo de la mesa. Con expolio de la verdad.

Nos roban desde los presupuestos generales. Desde las obras concedidas a empresas donantes. Desde las financiaciones irregulares e ilegítimas, desde los “sobres”, desde las donaciones, desde las Comunidades Autónomas y sus “canales”. Desde las Diputaciones y Ayuntamientos. Desde las concejalías de Urbanismo, desde la Fiscalía General y la Anticorrupción. Desde la Justicia y los justiciantes.  Desde los tanques y los aviones. Desde los ERES y las Formaciones.

Nos roban sin pausa ni descanso. Nos esquilman y expolian. Nos saquean. Destinan los recursos públicos a sus bancos. Evaden impuestos. Legislan para “su” minoría. Se apoyan y entrecruzan. Se disfrazan de demócratas y son sumisos a sus “amos”. A sus Ibexs y a sus Obispos. A sus realezas y sus negocios.

No somos nada. Somos un remedo de ciudadanos y de democracia. Un esperpento cruel de gobernantes con fiebre neoliberal, que sacrifican sin pestañear en la hoguera capitalista a los hombres, las mujeres, el hambre, la salud o el derecho. Sin límites. Los que hagan falta. Aunque desgarren, asesinen o envilezcan a una nación y a sus ciudadanos.

Somos su botín y sus garantes. Si no reaccionamos siempre pagaremos nosotros y ellos, los gobernantes del fraude, nos venderán su mercancía averiada, su pestilente democracia de ladrones.


Cautivos y desarmados, el imperio de la mentira y el crimen cruza una frontera fatal, llegando a un despojo extremo: a partir de ahora dejamos de ser ciudadanos y sólo seremos víctimas.

jueves, 20 de abril de 2017

"Fortunita de Génova"

Esto lo escribí hace exactamente cuatro años (20 de abril de 2013), ahora "a petición del público", como se diría en lenguaje taurino, lo vuelvo a publicar. 

Diestro trincón y “aprovechaó”, de los hierros del “PP”, que pasará a la historia del toreo por las grandes “faenas” que ha hecho a toros de Los Güerteles, a los que a más de uno ha “cortaó” todo lo que se lo podía cortar.
Fue conocido en sus tiempos de novillero como “Don Luis El Cabrón”, pero con este apelativo tenía difícil torear en los famosos cosos taurinos de Zürich y Ginebra, plazas cubiertas y sin tendido de sol, por lo que siguiendo consejo de su apoderado, Mariano Rajoy, “Machaquito de la Moncloa”, lo cambió por el de “Fortunita”, que tan bien le cuadra.
Ha llegado a “cortar” hasta 38 orejas, que conservaba cuidosamente hasta que el espada de su misma empresa, Cristóbal Montoro, “El Amnistías”, en una faena marrullera y tramposa al toro “Fiscalidad” permitió que “Omo” lavase más blanco y que coletudos como, Luis De Guindos”, “Frescuelo del Recorte”, salieran indemnes de la bronca del respetable
Tiene una amistad entrañable con Javier Arenas, “Fracasos de Sevilla”, de la torera dinastía de los “Bocanegra”, puntilleros más que “matadores”, y que no cuentan con el favor de los aficionados de la solanera dado su corto repertorio de derechazos y trinques de sobaquillo.
Fortunita ha roto recientemente con sus mentores y apoderados, y a la mujer torera, Dolores de Cospedal, “Lola del Finiquito”, le han dado los tres avisos en la lidia del morlaco “Explicación”, a pesar de las banderillas negras del “diferido simulado” y de que a otras mujeres toreras de la misma empresa como, Ana Mato, “Confetis” o Fátima Báñez, “Carnicerita de Huelva” ya le sonaran los tres avisos y bronca y escraches del tendido cinco.
Fortunita es un torero de escasa clase, tramposo y marrullero, sobaquillero y que “mete pico” a las primeras de cambio, que no respeta a los tendidos y que desplanta con castizas “peinetas” a pesar de haber sido fijo en los carteles de la plaza del Senado y sólo ha destacado en “los quites”, ya que ha “quitado” mucho y a todo el mundo.
Se le supone una gran fortuna y varios cortijos, sin que el alguacil, Alberto Gallardón, “El Niño del Arzobispo” haga mucho por mandarle a los guardias o al cuartelillo ya que el Fortunita parece tener bien cogidos “por los alamares” a gran número de espadas, banderilleros y monosabios de la empresa que regenta el coso de La Moncloa.
Si en los próximos meses le empitona un “miura”, se puede formar “la de Dios es Cristo” en los ruedos nacionales y algunos críticos aventuran que una “tirada de manta” de don Luis podía acabar con “el kiosko” pepero.
¡Que Dios reparta suertes!

lunes, 17 de abril de 2017

El llamado “éxito” del traslado de la Carrera Oficial de la Semana Santa de Córdoba  



Una parte del Gobierno Municipal de Córdoba, la Agrupación de Cofradías y las Delegaciones de la Junta de Andalucía y del Gobierno de la Nación se felicitan por el “éxito” que ha tenido el traslado de la Carrera Oficial de la Semana Santa de Córdoba al enclave de la Mezquita y sus alrededores.

Un “éxito “ que es cuestionado por otra parte del Gobierno Municipal, las Asociaciones de Vecinos, los comerciantes y un amplio número de hosteleros de la zona.

El traslado, del que no hay que perder la pista que se trata de una parte del empeño eclesiástico y del Obispo de la ciudad de “cristianizar”, a marchas aceleradas, la Mezquita, se ha hecho con engaño, truculencia y vulneración de derechos inalienables.

Con el dictamen favorable, pero condicional, de la Unesco, se ha reemplazado una celosía, que formaba parte del conjunto monumental y se han saltado la primera condición impuesta: se ha destruido totalmente. Dicen que la van a reponer, pero es algo que queda para el futuro.

Han accedido al interior de la Mezquita, 37 hermandades y cerca de 15.000 nazarenos, con la total sorpresa de no tener que apagar sus cirios al acceder a ella y llenar de cera derretida todo el pavimento, poner en riesgo por incendio y llenar de humos todo el artesonado de un Bien que está declarado Patrimonio de la Humanidad.

Circunstancia esta última de carácter gratuito y en cierta medida chulesca y provocativa, porque en ocasiones no generales pero anteriores se obligaba a apagar cirios y candelerías.

Se ha privatizado un espacio público fundamental de la ciudad instalando palcos y sillas que han impedido el acceso de los ciudadanos no sólo a su monumento principal sino hasta sus propios domicilios, en aras a una hipotética “seguridad”, que encubría el objetivo de hacer más cómodo el allanamiento de la vía pública por parte de una clase VIP, auténtica detentadora del poder económico -¿Quién sabe si político también?- .

Con hipocresía, los perpetradores del expolio de lo público dice que el acceso al Patio de los Naranjos era “totalmente” libre, cuando en realidad era de carácter testimonial, para 300 personas, que tenía que ocupar un espacio marginal, mientras una invasión de palcos y sillas privatizaba hasta el desespero un lugar que jamás puede ser privativo para una clase social.

Y todo con alevosía, exigiendo documentación y acreditaciones de vivir en el lugar por parte de personal no autorizado, sin condición de fuerza pública o autoridad, a personas que llevan viviendo decenas de años en el lugar y en la veintena de calles cortadas, vigiladas y controladas.  E impidiendo durante una semana el normal acceso de turistas y visitantes, en la época tradicional de mayor afluencia a los mismos.

No se ha favorecido el turismo de la ciudad, los visitantes han quedado defraudados, los datos de comerciantes y pequeños hosteleros (bares y restaurantes) son desalentadores, el costo para el Municipio, en instalación de infraestructuras, seguridad y reorganización de tráfico es tan enorme como oculto.

Eso sí, el Obispo ha visto cubierto su objetivo de llenar de cristos, vírgenes y rezos el interior de una Mezquita, que él quiso llamar “Catedral” y que en alianza con lo más reaccionario e inmovilista de la ciudad ha convertido en un coto de uso privado.


¡Y le llaman “éxito”!

martes, 4 de abril de 2017

Inventario (2)




En el siglo IV d.C. un obispo de Córdoba, Osio, definió los fundamentos de la fe Católica en una oración que se llamó “el Credo”.
Yo, que no tengo esa fe,  definí hace un año mi identidad en este “inventario”.
“Me gusta tomarme un medio de montilla en una taberna de Córdoba, me gusta pasearme un domingo de sol por La Corredera, me gustan los arroyos de la Sierra en primavera,  me gusta estar en un cine de verano y comer altramuces.
Me gusta estar a obscuras en mi azotea y ver las estelas de los aviones que van a ciudades y países desconocidos, los albaricoques maduros, los mercados de frutas y verduras, bañarme de noche desnudo en el mar, las obras de teatro desacreditadas de Federico,  las canciones de Aute y Silvio Rodríguez , las playas del Sur de Mallorca, Es Trenc, Es Cargol…
Los espetos de sardinas en un chiringuito de Los Boliches,  los teatros griegos en ruinas, tomarme un café irlandés en la terraza de un puerto, aun sabiendo que no dormiré en toda la noche y el discurso de Neruda cuando recibió el premio Nobel.
Me gustan el melón y la sandía. El verano, los atardeceres junto al mar, me gustan las reuniones con mis compañeros de curso, mi gato Veletta, Andalucía, Alberti, El Puerto, el Patio de los Naranjos de la Mezquita de Córdoba y el azahar de abril.
No me gustan los políticos corruptos, tipo PP, los mítines y las entrevistas a Rajoy, las gambas a la plancha rebosantes de grasa, los “patriotas” con cuentas offshore en Suiza o Panamá, la Legión (y su cabra), las Coronas, los Reyes y las Reinas, las cacerías de elefantes, los coronillas, los beatos, las beatas y los fascistas de mierda.
No me gustan las tómbolas y los mercadillos de Adevida, las rifas, megáfono en mano, de muñecos de peluche, los que rezan a gritos en la calle en procesiones de “silencio”,  los monumentos funerarios a militares genocidas, los tricornios, Manolo el del Bombo y los que se ponen monteras en los partidos de fútbol de la selección,  los admiradores de Fraga y de Franco.
No me gustan los telediarios de TVE, los de Canal Sur y los de Antena 3.  Inda, Marhuenda y la madre que los parió.  “Sálvame” y la gente que se “entretiene” con Telecinco.  Los “restaurantes” de carretera que sólo tienen pollo y conejo.  Los “ultras”, en el fútbol y en la política. No me gustan ni “Felipe”, ni la “Felipona” de Triana. Los que fuman en lugares cerrados y quizás también los que lo hacen en los espacios abiertos.
No me gusta esa Europa de mierda que no respeta los derechos humanos, ni los tratados que ella misma suscribe o genera.  No me gusta la OTAN, los gobernantes y políticos europeos, el euro, los neocoms y los neozasis.  Los obispos, los curas, los cardenales y los pederastas. Los robos de monumentos públicos y las inmatriculaciones.
No me gusta el obispo de Córdoba. No me gusta Rajoy.”

viernes, 24 de marzo de 2017

Los fantasmas de "El Arcángel"




 (Foto de "El Arcángel" de 1.956)


Hace unos meses, un amigo, Antonio David Jiménez, me pidió una colaboración semanal en un programa radiofónico que presenta en “Onda Cero”. Aunque estaba muy desentrenado en estas lides del deporte, del que fui comentarista en otro tiempo, acepté.

Ayer quise emular a Joan Manuel Serrat cuando evocaba los fantasmas del Cine Roxy de Barcelona y trate de imaginar a los que podría haber producido el Viejo Estadio de El Arcángel de Córdoba.

“Sepan aquellos que no estén al corriente, que el Arcángel del que estoy hablando, fue un recinto  de ilusiones que iluminó los sueños de tres generaciones de cordobeses.

Allí se ascendió a Primera División en dos ocasiones y el equipo se clasificó quinto en una liga en División de Honor.

Allí jugaron Di Stéfano, Kubala, Peiró, Collar, Cruyff y Gento. Los niños del Cola-Cao coleccionamos cromos de genios que, después, veíamos chutar en la portería del Gol Norte donde se ubicaba la mítica “General de Píe”

Allí jugaron el Eldense y el Real Madrid,  el Ceuta y el Zaragoza, de los “Cincos Magníficos” y pitaron Villena, Cotanda, Zariquiequi y Gardeazabal,  Araujo se proclamó “Pichichi” de Segunda y Sánchez-Rojas el “rey de la Palomita”. Y de nuestra cantera salieron jugadores como Tejada, Manolín Cuesta, el "Cone" Jaén o Escalante.

Ganamos, perdimos, nos atracaron, ascendimos y bajamos de categoría.

El Arcángel quiso semejarse en su arquitectura original a un cortijo andaluz y su torreta del Gol Sur, antes de que se edificara la grada, era de lo más elegante que había en un campo de fútbol.

La corta visera de la Tribuna era la envidia de los niños que nos mojábamos con la lluvia de noviembre, cuando el marroquí Riaji nos ilusionaba con su magia.

Era, fue, un estadio para la gloria de tercera y segunda división, la blanca clavellina de abril o el espacio de sombra de los moreros que había en la  Preferencia.

No tuvo nunca el sabor de un estadio de campanillas, pero allí fue donde juramos amor eterno al fútbol mirándonos en los ojos claros de nuestras novias de cada primavera.

Aplaudimos a Simonet, el “divino calvo”,  cuando corría la banda con frenesí  o lloramos cuando un autobús se cayó al río el día de un partido contra el Levante.

Yo fui uno de los que lloraron cuando el Atlétic de Bilbao nos impidió el pase a una semifinal de Copa, con un nefasto arbitraje de Birigay, colegiado “valenciano”, nacido en Bilbao, y se indignó cuando en una obscura operación inmobiliaria convirtió aquel “Teatro de los sueños blanquiverde” en supermercado de tres plantas con sótano para aparcamientos.

En medio de una roja polvareda en El Arcángel se jugó su último partido y malherido, por Finacom, se desplomó su fachada de goles en la acera desarrollista.

Y en su lugar instalaron tiendas de moda y supermercados con escaleras automáticas, y sobre las ruinas de la Torre Olímpica, un puesto de palomitas,  en la puerta de un cine.

Pero de un tiempo acá, en el supermercado ocurren cosas a las que nadie encuentra explicación.

Un vigilante nocturno asegura que una camiseta con el “8” de Juanín atravesó una noche el pasaje comercial y en la planta de aparcamientos,  Miralles y Navarro tiraban golpes francos contra la puerta que daba al Guadalquivir aljamiado en blanco y verde.

Y como pólvora encendida, por la Fuensanta y por Santiago, está corriendo la voz que los fantasmas de “El Arcángel” son algo más que un rumor.

Cuentan que al ver a Mingorance, en persona, en la cola de la  caja dos,  con su sonrisa ladeada y socarrona, una cajera se desparramó. Y que un vendedor de juguetes del Toy  sorprendió al mismísimo  Daniel Onega mientras buscaba el ascensor.

Así que no se espante, amigo, si esperando el autobús le pide fuego Roque Olsen.

…son los fantasmas del Arcángel que no descansan en paz.

jueves, 23 de marzo de 2017

Mentira





Todo en el pasado fue mentira. Todo en el presente es mentira. Todo en el futuro será falaz.

Hablaban de un pasado idílico, donde unos luchadores por la democracia había hecho una “transición ejemplar” contra una dictadura que era la encarnación de la mentira en todos los ámbitos.  Pero estos “luchadores” eran, en realidad, gerifaltes de la mentira. Mentira fue su transición, mentira fue su democracia, mentira fueron sus partidos, mentira fueron sus financiaciones, mentira fueron sus monarcas, mentira fueron sus golpes de estado. Mentira fueron ellos, todos.

Sus testas coronadas encabezaron y proyectaron golpes de estado, que más tarde abortaron, protagonizando una colectiva mentira ante las cámaras de televisión. Mentira fueron sus convicciones democráticas, mentira fueron sus proclamas de igualdad ante la ley, mentira fueron sus defensas de la familia, mentira fueron sus ejemplos de falsa austeridad, mentira fueron sus discursos en la mentirosa y “entrañable” navidad, fueron mentira hasta sus elefantes.

Sus presidentes de Gobierno fueron mentira, sus listas electorales a sus mentirosas elecciones, mentira de usar y tirar; sus parlamentos, sus leyes, sus congresos y senados y hasta la residencia de su voluntad popular, mentira satrapada en sus cortas patas.

Su presente vive atrapado en la mentira. Se alimentan de mentirosas “cajas B”, de mentirosas donaciones, de mentirosos sobres, de mentirosas adjudicaciones de obra, de mentirosos “3%”, de mentirosos discos duros apaleados.

Sus presupuestos son mentira. Sus PIBs y su deuda. Su Sanidad, su Educación, su Justicia, su protección a los parados, jóvenes y mujeres y  su Autonomía como Estado independiente de los mercados y de los bancos. Es mentira su Europa y su Comunidad Europea. Su Medio Ambiente es una monumental y deteriorada mentira.

Sus leyes presupuestarias, una melodía mentirosa, sus pactos, sus acuerdos y hasta sus incumplimientos convenidos, mentira pura. Son una mentira corrupta y putrefacta.

Son mentira sus discursos, sus ruedas de prensa, sus portavoces, sus ministros y ministras, sus gürteles y púnicas, sus marquesas y sus ranas, sus defensoras del pueblo, sus obispos, sus curas, sus telediarios y sus tertulias y tertulianos.

Son en definitiva, la mentira hecha Institución, Gobierno, Estado y Patria.

Están entre nosotros pero son Mentira.