lunes, 26 de septiembre de 2016

¡Basura!






Al final del verano más cálido de la historia del planeta, damnificados  por la altura del mercurio y chumarascados por el incendio de los bosques, uno tiene la sensación de sobreviviente. Pero antes de sobreponerse a esta ignominia recibe  la sensación constatable de estar rodeado de basura. 

Ve la televisión, oye la radio o lee los periódicos y la sensación se hace certeza, vivimos como en un bosque infinito de contenedores de basura. 

En Madrid, un lumpen desastrado de carcamales horteras se manifiestan a favor de que se mantenga el nombre de una calle dedicada a un asesino que llegó a gritar: ¡Abajo la inteligencia, viva la muerte! ¡Basura!

La prensa especializada saca a la luz las cuentas offshore de un millar de señoritos españoles que evaden sus impuestos, esta vez en Bahamas. Se unen así a los que las evaden en Panamá, Delaware, Jersey o Suiza. ¡Basura!

En otros medios se cuenta como la Reina de todas las Ranas contrató a una empresa “amiga” –con dinero, naturalmente, público, es decir, de todos- para desprestigiar en las redes sociales a un movimiento en favor de la Escuela Pública. Como un ministro, sólo más inútil que faccioso, se gastó hasta un millón y medio de euros en un informe que atribuía cuentas en Suiza a un adversario político, que además resultó ser falso. ¡Basura!

Se hacen unas elecciones en una autonomía y el representante del partido que ha escondido sus siglas por miedo a la general mierda que lo rodea, repite y obtiene mayoría absoluta. ¡Basura!

Y así. Verdaderamente este mundo está acabado. La peste nos va a matar. Metido en el contenedor, con los detritus  llegando al cuello, oníricamente puedo escribir y escribo:

Gurtel. Púnica. Eres. Cursos de Formación. Tarjetas Black. TVE.  Los sobresueldos. Los sobres. La corrupción. Los corruptos. El ministro monje.  Las elecciones en Navidad.  La LOMCE. La Ley Mordaza.  Los recortes. La congelación de las pensiones. Las mentiras electorales de… Los fachas que gobiernan. Los fachas que no gobiernan. Las reválidas La Conferencia Episcopal.  Las Inmatriculaciones. Los barones.  La caverna.  Las mayorías absolutas. Los bancos y los banqueros. La financiación ilegal. Los donantes. La Justicia. Los legionarios. El Senado. El Parlamento Europeo.  Las cabras.  Los cabrones. 

 ¡Basura!

lunes, 19 de septiembre de 2016

El País de los hijos de la Gran... Mentira







Aquel país estaba poseído por la mentira. En realidad, esta,  ostentaba la Jefatura del Estado y era la sede de la Soberanía Popular. Todo era mentira.

Era mentira su forma de Gobierno. Una monarquía que había detentado uno de los mayores corruptos de la historia. Mujeriego, borracho, hijo, nieto y padre de mujeriegos y borrachos, había acumulado una fortuna fabulosa a base del cobro de comisiones y favores en todo tipo de contratos, con dictadores y corruptos de todo el planeta.

Era mentira su loada Constitución, que no respetaba ni cumplía uno solo de sus principios inspiradores. Había millones y millones de ciudadanos sin trabajo y sin acceso a una vivienda digna y a los pocos que la tenían se les desahuciaba por un quítame allá un plazo de hipoteca, por parte de unos bancos y unos  banqueros que se jactaban de no devolver los generosos y multimillonarios préstamos para financiar sus agujeros especulativos que la mentirosa autoridad arrancaba, a base de recortes, mordazas, leyes impuestas y  estacazos en las costillas de los ciudadanos. 

Eran mentira sus partidos mayoritarios y sus dirigentes,  los históricos y los actuales. Mentira su realidad social, mentira su democracia interna, mentira su bi-partidismo impuesto por los poderes fácticos y por sus mentirosos medios de comunicación, mentira su transición, llamada mentirosamente “democrática”, cuando había sido impuesta y a medida de los intereses de naciones predominantes y empresas multinacionales.

Era mentira su Justicia, incrustada hasta la médula de elementos procedentes y herederos de la pasada dictadura. Eran mentira sus fiscales, sometidos borreguilmente al gobierno de la Oligarquías, la visible y la oculta.  Eran mentira sus procesos y autos judiciales, sus investigaciones y su mentirosa lucha contra la corrupción, de la que dependían y cobraban. 

Eran mentira sus autonomías y descentralizaciones, corsé insuficiente para las nacionalidades culturales e históricas, “café para todos” acordado en uno de los momentos más mentirosos de su mentirosa historia. 

Era mentira su Iglesia, sus cardenales, obispos y curas, sostenidos onerosamente por el erario público, defensores cerriles de las distintas Oligarquías a punto de Guerra Civil, con un  mentiroso compromiso con la Justicia Social definido en la práctica por una escuálida “Caridad” que ni siquiera financiaban. 

Era mentira su Ejército, refugio de involucionista e inútiles, último baluarte contra toda amenaza de progreso real. Sus Fuerzas Armadas y de Orden Público, al servicio último de los amos, mentirosos, del país.

Era mentira su prensa, escrita, televisiva o radiofónica, controlada por los mentirosos banqueros, integrantes activos de los defraudadores de impuestos, evasores a paraísos fiscales y beneficiarios de amnistías que gobernaban el país a la sombra y el sol. 

Eran la “mentira pura” sus presidentes y expresidentes de Gobierno, concreción infecta y corrosiva de toda idea de pureza democrática y decencia personal. 

Eran mentira sus ministros, alcaldes, concejales, artistas, folclóricos y panderetas, deportistas y maletines, toreros y manolas, cabras y campanarios, cajas tontas y telebasuras. 

Eran mentira todas las infinitas imágenes del inmenso cristal de sus mentiras rotas. 

Era mentira hasta el aire. No se respiraba, se tragaba.

Era un país de hijos de la Gran… Mentira

sábado, 17 de septiembre de 2016

Cartelera para corderos







Mariano Rajoy:                                              Con faldas y a lo loco.
Soraya Sáenz de Santamaría:                         La fiera de mi niña.
Rita Barberá:                                                  Toro Salvaje
Albert Rivera:                                                 La Pantera Rosa
Pablo Iglesias:                                                El violinista en el tejado
Pedro Sánchez:                                               El camarote de los hermanos Marx
Alberto Garzón:                                              Gladiator
Felipe González:                                             Pinocho
José María Aznar:                                           Charlot
José Luis R. Zapatero:                                     Bamby
José Manuel Soria:                                          Salvad al soldada Ryan
Rodrigo Rato:                                                   Los ladrones van a la oficina
Dolores de Cospedal:                                       La Lola se va a los puertos
Luis de Guindos:                                              Drácula
Susana Díaz:                                                     La reina de África
Margallo:                                                           La diligencia
Morenés                                                            Con la muerte en los talones
Cristóbal Montoro:                                           Nosferatu, el vampiro.
Luis Bárcenas:                                                  En busca del arca perdida
Francisco Camps:                                             Los ladrones somos gente honrada
Jauma Matas:                                                   Por un puñado de dólares
Julia Anguita:                                                   Espartaco
Fátima Báñez:                                                  La mula Francis
F. Granados:                                                     Murieron con las botas puestas.
Blesa:                                                                Sin perdón.
C. Fabra:                                                          Al Capone
R. Merino:                                                        La batalla de las colinas de whisky
Fernández Vara:                                               Motín a bordo
Javier Arenas:                                                  Uno de los nuestros
Celia Villalobos:                                              La portera de la fábrica
Arias Cañete:                                                   Cannibal
A.N. Feijoo:                                                     Los narcos
Alfonso Alonso:                                              El golfo de Vizcaya


Aznar y Felipe:                                              Dos hombres y un destino
Griñan y Chaves:                                           Camino de la horca
Vara e Ibarra:                                                 Los pájaros
Rajoy, Soria y De Guindos:                           El día de los tramposos

E. Inda:                                                           El reporter Tribulete
F. Marhuenda:                                                Agustina de Aragón
Iñaki Gabilondo:                                            Hermano sol, hermana luna

TVE:                                                              Psicosis
Parlamento Andaluz:                                    El planeta de los simios
Senado:                                                         Parque Jurásico
Génova 13:                                                   Cumbres borrascosas

El pueblo español:                                        El silencio de los corderos


jueves, 15 de septiembre de 2016

Crónica de la "corrida" de ayer




Mala corrida ayer en el ruedo de La Moncloa-Génova, el coletudo (en funciones) “Marianito de la Corru”, no pudo descabellar al morlaco “Barberá”, toro con querencia a llevárselo crudo, atrincherado en las tablas del Senado, cuarteando por el pitón derecho, al que no consiguieron liquidar ni con las banderillas negras de la expulsión.

Pinchó en hueso con reiteración Marianito, saltándose la raya de picadores, sin meter los riñones, mientras “Barberá” hacía de las suyas por donde quería.

Mal ayudado por su cuadrilla, donde a “Loli de la Mancha” y “El Guindas” hubo de advertirles la presidencia de sus malas artes con la suerte contraria, mientras el morlaco de la Taula desbarraba ante la parada de cabestros echando la “carita arriba” y rebrincando amenazas de rajarse.

En el tendido 7, “Falangito del IBEX”, espectador en la barrera, amenazaba con salir de las tablas y hacer que el toro humillara, retirando el quite coalicionar que tenía pactado, mientras otros
espectadores como “Guillermito el Infiltrado” y “Carajaca de Triana”, con mucha mayor codicia que el “de la Corru”, le hacían el trabajo sucio a “Pedrito el Desgraciao”, rajándole la muleta alternativa.

Entretanto, “Barberá” se fue suelto de toda la manada (cabestros, cornudos y coletudos) doliéndose de su hierro del “PP” y tras sonar los tres avisos, se clausuró el festejo entre la bronca general del respetable poco respetado.

lunes, 12 de septiembre de 2016

La Desconexión




He intentado este verano desconectar de esa  abracadabrante realidad que es este país, sus políticos, sus medios de comunicación, sus instituciones, sus cargos conduciendo borrachos a 170 kilómetros por hora, una tertulia de la tele-espanto -que pagamos todos- con sus cuatros tertulianos del mismo medio y opción política (ABC y la derechona), los legionarios desfilando (con su cabra) por Barcelona y un presidente –en funciones- haciendo el ridículo braceando cómicamente por los caminos calcinados de Galicia y de los narcos.

Por lo que me atrevo a leer, “España ha desconectado ya de Catalunya” según el  President Puigdemont, los bancos han desconectado de pagar los casi 26.000 millones de euros que le prestamos todos entre recortes y mordazas, Rajoy ha desconectado de la idea de formar gobierno y confía en que los abstencionistas del pavo y del turrón le dan la ansiada nueva mayoría para pasarnos a todos por la garlopa.

Pedro Sánchez ha desconectado de la idea de “formar” un gobierno de izquierdas, mientras Felipe, Guerra, Rubalcaba, Corcuera y otros santos barones han desconectado de la idea de “ser” de izquierdas y pueden acabar –todos- conectados al PePé.  Como “El País”  de los despedidos y represaliados  por opinión.  Todos desconectados de la realidad y conectados con las puertas giratorias, los bancos, el IBEX y sus intereses.

Albert Ribera y sus Ciudadanos han desconectado de la “regeneración blanca de la derecha” y son unos “degenerados” más –chicle Mac Gilwell, dicen-, el Obispo de Córdoba ha desconectado de la razón y cualquier día se despierta excomulgando a don Pelayo, los ciudadanos normales han desconectado de la “Fiesta Nacional” y los tendidos de la barbarie están más desiertos que el de Gobi.

A José Manuel Soria le han  desconectado del Banco Mundial de la Mentira. Y Soraya sigue conectada al cordón umbilical del cinismo absoluto. Susana Díaz ha desconectado de su dieta y cada día está más obesa. Su gordura está creciendo casi al mismo ritmo que su derechización y demagogia.

Los ciudadanos, trabajados a modo por las tele-basuras, han desconectado de cualquier reivindicación cívico-ciudadano-social- política y su gran preocupación es la XIII edición de Gran Hermano o la boda de Rociito.

El “gobierno” de Europa ha desconectado de los cinco millones de seres humanos e inmigrantes políticos que mueren y padecen a sus puertas y tiene “la tentación” de “nombrarnos” uno en España –o lo que sea-. Las encuestas no prevén que “desconecten” de Rajoy y sus mariachis.

A la vista de tantas desconexiones, creo que me voy a dar de baja de mi compañía eléctrica, me voy a comprar una cabra  y voy a “tirar p’almonte”.

Totalmente desconectado.

sábado, 13 de agosto de 2016

Mamporrero'S




La línea de deriva presentada por Ciudadano’s  en su devenir político deja lugar a cualquier cosa menos a la sorpresa.

Este es un partido de diseño, fruto del pánico que sacudió a los poderes fácticos del país,  cuando la aparición estelar de Podemos movió los miedos atávicos de la derecha que, desde la sombra financiera, gobierna y mangonea en este conglomerado viejo, triste, corrupto y cansado que algunos llaman España.

Las empresas del IBEX-35, los parqués de la Bolsa y la Banca “liberal” -financiada y rescatada con dinero público- se fijaron en el aparente éxito de un niñato, “camisa blanca”, que en el Parlamento de Cataluña usaba una retórica extraída del “Hola” para hacer frente al emergente nacionalismo soberanista.

A pesar de que la “Operación Roca” fue en su día un clamoroso fracaso, repitieron esquemas y presentaron en la “feria taurina de Madrid” a un partido de señoritos, recién lavado y peinado y con aromas reticentes a joseantonianos y fuegos de campamento.

Con un PP lleno de corrupción, mentiras y fraude, desde la A a la Z, y con un PSOE en fase PASOK con sus viejos dirigentes convertidos en pura y simple caspa derechosa, los “Ciudadanos de los Bancos” dieron el pego y, revolucionarios ellos, anunciaron que se había acabado el bipartidismo.

En el experimento se incluía una aparente crítica a la corrupción e inutilidad de la derecha que defendían el “ABC”, “La Razón” y “El Mundo”, la descalificación “ad divinis” de Rajoy  y el bloqueo sistémico-sanitario de Podemos y las ideas de izquierda, bajo pretexto de defender la “unidad de España” y sus satélites,  afectados por la proclividad de permitir referéndums en las llamadas autonomías, tan antidemocráticos “per se”.

En muy poco tiempo, salvo en el éxito obtenido en el bloqueo institucional a Podemos, en vergonzosa alianza con el PSOE –o lo que queda de él- todo el falso esquema ideológico y argumental de estos Ciudadano’s ha quedado, -como era de esperar- en nada.

En la actualidad, Ciudadanos y su líder, Albert Rivera, con su cantado “sí” a la investidura corrupta del corrupto Rajoy del corrupto Partido Popular, son unos simples mamporreros o palafreneros del secuestro que el partido de Bárcenas, la Gurtel y la Púnica, vienen sometiendo a la democracia, la limpieza de espíritu y mente y la –ahora sí-  Ciudadanía Libre de este país o desgracia colectiva.

Es, en síntesis, una brutal y desinhibida “bajada de pantalones” o fin de la comedia. Ciudadano’s –o Mamporrero’s- y el PP son simple y dramáticamente lo mismo.

martes, 2 de agosto de 2016

Vivir, ver y sentir









“ Dolç és viure,
veure i sentir.”

(Pintada en la playa de Es Trenc)


Sobre un texto del poeta de Pollença, Miquel Costa i Llobera, alguien ha pintado en un viejo bunker de la playa mallorquina de Es Trenc esta real descripción del entorno. 

Mientras los políticos y la política fermentan la vida, pudren lo público y arruinan el pasado y el futuro, a los ciudadanos normales sólo nos queda el refugio de la naturaleza, el campo, los frutos o el mar. 

“Dulce es vivir, ver y sentir”. Y no hay más. No hay que dar la espalda al espectáculo terrorífico de esa marea de miseria y hambre que se encuentra golpeando los muros de Occidente. Ni a ese esperpento gregario de la clase política española. Tan inútil como corrupta. En medio de este desierto de la casta encorbatada de España, que juega a la perejila,  sólo nos queda lo que podamos vivir, ver y sentir. 

Sólo en esta reserva ética y estética se puede uno conformar con un atardecer rosado, mientras los cuerpos –muchos al desnudo- tocan al ser maravilloso que es el cercano, mientras el rey del universo –el sol- pone malva al horizonte y a los pinos. 

Con escepticismo, con descreimiento, solo nos vale la plenitud del mar, las montañas más bellas, la arena más resplandeciente. Esta es la única “salvación” posible. 

La amenaza de un nuevo gobierno de Rajoy sólo puede combatirse tomándose una cerveza helada o una ensalada de tomate con hierbabuena, poniendo los ojos por encima de las copas y yéndose al fondo de la memoria de niño con el sonido del mar. 

La mezquina realidad del PSOE, el de Sánchez y el de Felipe, solo se aleja de nosotros si nos damos un baño en la atardecida y lo ofrecemos  -y entendemos- como un acto de rebeldía. ¡Revolcaros en la inmundicia  neoliberal, que yo, con la piel aún mojada, me he pedido un rape a la plancha!

¡Meteros el país, vuestros partidos y el mundo por el culo, mientras la espuma del mar me humedece la cara  y la de la cerveza acaricia mi paladar!

¡Vivir, ver y sentir!