sábado, 2 de abril de 2016

“YO QUERÍA ESCRIBIR LA CANCIÓN MÁS HERMOSA DEL MUNDO” (Versión de la canción de Joaquín Sabina)





“Yo tenía un botón sin ojal, un gusano de seda,
un megáfono sindical y el empleo en puta almoneda,
una vietnamita en offset, soñando el sorpasso
un carné de los “cocos”, ginebra sin  vaso,

una asamblea, un convenio , a píe hasta Sevilla
una independencia de la patronal, un gobierno de pacotilla,
luchar con amigos, correr de los grises, descansar un rato,
citas en “el Juan”, poner la demanda, pasear al gato.

mi “Manolo Rubia”,  mi “Pedro Cortés”, obreros primero,
“Manolo Alcalá”, “Jiménez Costilla” y “Muñoz Otero”, mis tres Mosqueteros,
mi sindicalismo, mi lucha social, zapatillas rotas,
el Guadalquivir, el “Lope García”, bañarme sin  ropa.

El Barrio Naranjo, clandestinidad, no cambiar de acera,
carnet del “partido”, Caballero Ernesto, todo de primera
no sabía que la democracia duraría un segundo,
yo quería escribir la canción más hermosa del mundo.

Les presento a Felipe González, socialista  hortera,
a la CIA que lo apadrinó con mucha cartera,
a Alfonsito Guerra y su hermano Juan, un par de tunantes
demócratas-sociales,  la “izquierda” ambulante,

al fascista de Aznar, un perro salchicha,
corruptos y bárcenas de nuestra desdicha,
Rajoy, el mariposón, al que eligen “alcalde” los conciudadanos
cuando a Luis dice “se fuerte, mi hermano”.

Me libré de los “caras al sol” de aquellos franquistas
de Fraga y Silva Muñoz que en realidad eran unos…
y nos la dieron con queso con la Constitución
donde “Europa” y  la CIA metían su “mano en aquel cajón”.

Frente a frente con oportunistas arrié mi bandera,
y mandé mis carnets de ideas a la lista de espera,
aquella “democracia” me hizo moribundo,
y las libertades yacían en “su” pozo profundo.

Nunca pude votar del tirón
las listas cerradas de “aparatos” de antena
aquel sistemita daba mucha pena,
un quince de mayo  desperté iracundo
y muy “indignado” rebase,
la gota del vaso de este perro mundo.


Yo quería escribir la canción más hermosa del mundo.

jueves, 31 de marzo de 2016

No hay que enviar a la mierda a quien vive en ella





Admiré en su día a Fernando Fernán Gómez. No se podía precisar porqué, pero su aire era libertario. 

Su insolencia y mal humor, también. Era una respuesta al “establishment” franquista que no tenía ni rábano ni hojas por las que coger pero que se adivinaba.

Su funeral, cubierto su féretro por la bandera de la CNT, con Enrique Morente entre otros, portándolo,  fue una afirmación de lo que se intuía para los que no teníamos acceso a los detalles de su vida privada.

En una ocasión participó, más o menos pasivamente,  en una tertulia televisiva de carácter literario, con un pretencioso presentador y unos pedantes tertulianos, hasta que al oír determinado enunciado: “Soy anarquista de derechas” –algo metafísicamente imposible-, estalló: ¡A la mierda! ¡Váyase usted a la mierda!

De este hecho queda constancia en un vídeo, accesible en internet.

Pues bien, imaginemos que un jenízaro, entresaca este video y lo desprovee de todo el contexto en el que se produjo, y, escoge sólo la parte en la que Fernán Gómez se pone escatológico,  y en un supuesto correo anónimo se lo envía veinte veces al día a otra persona. Un día, dos, tres y cuatro.

Sin tener aficiones leguleyas se puede afirmar que este hecho es un delito: insulto reiterado y constante al prójimo.

Pues bien, el correo remitido tan insistentemente puede ser “unknowned” y así creerlo el palurdo- informáticamente hablando-  remitente, pero la cuenta de correo que lo envía, no. Y mucho menos, en los tiempos que corren, para un programa especializado. –los hay a cientos-

Entonces, con un mínimo de curiosidad indignada, se descubre que el titular de tal cuenta, tiene registrado su acceso a varias redes sociales con la misma. Y entra uno en ellas y se encuentra que el tal es muy aficionado a los vídeos de retransmisiones televisadas de la Semana Santa. For example. Y de una determinada localidad. Y a todo lo taurino o que tenga que ver con cuernos.

Y se hace uno un perfil, por sus comentarios, del grado de inteligencia, catadura moral o política del individuo, jenízaro o pecho lata.


Entonces, una inteligencia –tan solo normal- entiende que lo mejor es el bostezo. ¡Para que re-enviar a la mierda a quien vive en –o es- ella misma!

miércoles, 30 de marzo de 2016

Rascarse es muy bueno para la piel

Por un motivo particular –cansancio- anoche dejé de entrar en las redes sociales a una hora relativamente temprana. 

Esta mañana, al levantarme, toda una nueva generación de trollers e “indignados del imperio” me había llenado el correo de anónimos e insultos variopintos, algunos hasta divertidos.

Otros, más osados, asomaban su frustración chulesca en posts de mi propia página. 

Desde el pasado sábado he contestado una veintena de estas “producciones”. He reiterado argumentos, posiciones y planteamientos ideológicos. Sin ningún resultado. Sólo el chauvinismo supuestamente herido y el viva esto y el viva lo otro. 

Un guerrillero de Pancho Villa, cansando de galopar y repetir que ¡Viva Méjico!, dijo: ¡Que viva, pero que viva más cerca! Pues eso, que viva lo que ustedes quieran pero que viva sin tantos anónimos y sin tanta chulería. 

Resulta muy obvio que no puedo pasarme la vida contestando y repitiendo argumentos. Pero insisto en algunos de ellos: mis abuelos paternos murieron prácticamente en la inanición por el vacío que le hicieron las autoridades –civiles y religiosas- del momento porque eran familiares de “rojos”, un hermano de tres de años murió en un bombardeo cuando escapaba de ese pueblo en un convoy civil ante la inminente llegado del terror fusilador en forma de coronel Cascajo. 

Que a la visión cortoplacista, triunfal e imperial, de estómagos agradecidos al poder, abstracto, del de cada momento, no le gusta que me a mi subleve ver un símbolo de aquella tiranía paseado en un cojín, pues que se queden con sus gustos estéticos y con su simbología, que yo me quedaré con la mía.

Durante dos décadas mis opiniones escritas, al margen de capacidades profesionales, fueron silenciadas y bloqueadas por las mafias de la comunicación, que como las meigas, haberlas haylas en mi ciudad.

Con la irrupción de las redes sociales, al menos, puedo expresarlas. Pero, aparte tranquilidad ideológica, no gano nada. Suficiente para que el nivel que mi hígado soporte a insultadores, macarras y fachas descarados sea el mínimo.

Una herramienta, que está al alcance de todos, me permite, cada mañana, eliminar a los perfiles falsos, a los que insultan anónimamente y a quien, simplemente por olfato, me parece que no tengo porque aguantar. Lo hago y lo seguiré haciendo. 

Y si les pica que se rasquen.

lunes, 28 de marzo de 2016

Los "valientes" del Imperio



El facherío militante de un pueblo de la provincia de Córdoba se ha vestido de “guerracivilista” a propósito de un post mío relativo a un imperio de Roma.

Bajo la “valiente” forma de correos anónimos, comentarios insultantes –algunos con clamorosas faltas de ortografía- y valoraciones chauvinistas sobre “su” pueblo, sus “tradiciones” sacrosantas e incriticables, pretenden descalificarme a mí y a mi escrito.

En mi escrito, no cito, reseño o señalo a pueblo alguno. Y como acerté a explicar a un interpelante-antes de que me bloqueara- pretendía crear una simbología con el “prendimiento- por sus verdugos de todo el pueblo andaluz.

Con el fanatismo cortoplacista que les caracteriza, los enervados miembros de una comunidad señoritista y cateta, pretende hacer creer que “no hay paro” en esta población y que los registros estadísticos son en realidad “economía sumergida” y que “!Viva esto y viva lo otro!

Este es todo su nivel dialéctico y de entendimiento y considerar la “cumbre” de la imaginería religiosa a un tallista que fabricaba santos y vírgenes como rosquillas, que elegía a su amante como modelo de su “obra cumbre” y que a pesar de esta producción tan afín al trono y al incienso, le fue denegada la extremaunción por el obispo de la época.

Tengo enterrados familiares en la fosa común del cementerio de ese pueblo y jamás renunciaré a reivindicar ni su dignidad ni la legitimidad de su pensamiento, por muchas amenazas –revestidas de la “valentía” de decenas de anónimos-  que lleguen a mi correo, a mis cuentas en las redes sociales o en persona.


¡Qué “vuestra” Magdalena os guie!

Vamos a mirarnos otra vez el ombligo.




Algunos años después de que se inventara, crearon una televisión regional a la que llamaron “la nuestra”. Que quiere decir “la suya”.

En esta televisión se hacían siempre unos “telediarios” a mayor gloria de quien gobernaba, que era casi siempre el mismo partido. Y empezaron a gastar y dilapidar dinero público. Que quiere decir de “todos”.

No llegaron a gastar (dilapidar) tanto como en los “expedientes de regulación de empleo”, más falsos que el rey Manolo, o como en los cursos de formación que lo único que formaban era grosor en las cuentas corrientes (las suyas) pero también gastaron lo suyo (lo nuestro).

Siempre atentos a las necesidades del pueblo, los directivos de esta televisión (o engendro) televisaban hasta los ensayos de un carnaval a lo largo de todos los meses de febrero de todos los años y hacían una retransmisión final, todos vestiditos de gala, en la que el calificativo más empleado era: “inenarrable”.  Luego se iban a comer las uvas (con publicidad) y todos vivían contentos, “graciosos” y felices.

Pero había más momentos “inerrables” a lo largo del año. Cuando llegaba la luna de Parasceve, para  las cámaras bienpagadas de la tele  de aquella comunidad autónoma de nueve millones de habitantes y ocho provincias, no había nada más que un lugar desde el que hablar, retransmitir, narrar emociones infinitas o santas tradiciones.

A lo largo de catorce horas, una tarde, una madrugada, una mañana y un mediodía, pusieras la “caena” que pusieras de esta televisión (o engendro) no encontrabas otra cosa que comentaristas transidos de emoción, ante sus “esperanzas” cargadas de joyas, sus lágrimas, sus nazarenos, sus marchas y las malos versos de sus poetas de cámara.

El mundo de aquella comunidad de desempleados y corruptos (oficiales) se reducía a dos palios (mayormente a uno) cargados de cera y de flores en el que una Dolorosa llevaba el fajín de un capitán general, genocida de miles de paisanos y paisanas indefensas, que como el dios que adoraban no habían resucitado ni por el copón.

En un mundo donde ponían bombas en parques infantiles y donde tres millones de refugiados se morían de barro y asco ante unas alambradas, lo más granado del “periodismo” de un canal pagado a golpe de oro por una comunidad de las más pobres de un continente, se dedicaba a examinar con lupa la candelería, la disposición de la flor, la toga sobre manto, la corona y el manto de dos figuras de madera labrada, así durante 14 horas.


Alguien había hablado alguna vez sobre el “chauvinismo” congénito de los habitantes de una ciudad. Otros habían hablado de la estrategia de mirarse el ombligo. Cuando el Cristo resucitó por la vez 2016, estábamos allí, mirándonos el ombligo. 

domingo, 27 de marzo de 2016

Llegó con tres heridas (la de amor, la de la muerte, la de la vida). Saetas para herir el corazón.





SAETA FINAL
“Señores que gobernáis,
volved la cara pa atrás,
a los paraos dad trabajo
y al pueblo su libertad”


SAETA SANGRANTE DE VIERNES SANTO
“Con tú realidad herida
“refugiado” te pusieron
y el refugio te negaron,
fronteras te levantaron
en una Europa podrida.”


LA SAETA DEL BORRACHO
“La Trotona como es tan falso,
 tan judas y tan traidor,
 después de lavarse las manos,
 la corrupción disculpó
 y por eso yo me cago
 en la madre que lo parió.”

SAETA PARA UN PRESIDENTE
“No te des golpes de pecho
ni hables de arrepentimiento,
negocias lo de  Turquía
en contra del Parlamento
No te des golpes de pecho
que a los pobres emigrantes
con sus hijos haces presos.

SAETA AL BUEN LADRON
Mañana estarás conmigo
dijo Rajoy a un ladrón.
Sólo por haber “donado”
recibirás un “obrón”
Mañana estarás conmigo
en la autopista de Dios.

SAETA A LA MEZQUITA DE CORDOBA
¿Dónde van las golondrinas
que inmatriculan loquitas?
Van a robarle a su pueblo
los arcos de la Mezquita.


SAETA EN NEGRO
“¡De oro son tus potencias,
 y tus cuentas ocultadas
 tu las llevas con urgencia,
 desde tú caja en B
a Suiza con urgencia!”

SAETA EN EL JUZGADO
“Dijo una voz popular,
¿Quién me presta un escalera
para subir al octavo
y devolverle las llaves
a Jesús el Desahuciado.”


 “ VERSION DE “LA SAETA”

Dijo una voz “popular”: (del partido)
"Quien me presta una mordaza
pa hacer una dictadura
y a todo el pueblo español
irlo metiendo en cintura”.

oh, la saeta al cantar
a este pueblo soberano 
siempre amarraó de las manos
siempre por esclavizar”.

cantar de los silenciaos
que en todas legislaturas 
les dictan leyes obscuras
que los dejan amarraos.

cantar de la tierra mía
que votando a los peperos
nos dejan en la agonía
mientras roban los dineros.

oh, no eres tu mi cantar
no puedo cantar, ni quiero
al dictador bananero
sino al pueblo en libertad.

oh, no eres tu mi cantar
no puedo cantar, ni quiero
a ese pueblo pordiosero

sino al que no se deja atar.”

sábado, 26 de marzo de 2016

¡Viva el Imperio Romano!





El “romano” vestía una capa azul, con calzas bordadas de color morado, una coraza plateada o “pecho lata”  y un casco con plumas rojas y blancas. Era un prejubilado de banca que pasaba la mayor parte de su tiempo entre el sofá de su casa o jugando al dominó en el “casino de los ricos”, sin embargo se iba a pasar las siguientes 72 horas “patrullando” las calles de aquel pueblo andaluz, con una pica metálica de dos metros “prendiendo” a cristos amarrados, humildes o flagelados.

El “Imperio Romano” de aquel pueblo -con un cincuenta por ciento de la población en paro- celebraba “la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo”, ocurrida hace dos mil años, mientras atacaban platos de flamenquines de jamón y botellas de moriles en bares, chiringuitos y restaurantes de todo el casco urbano de la localidad, lo que se reflejaba en el paso más titubeante que marcial de aquel cuerpo de élite del borracherio cuaresmil.

Para conmemorar la “madrugá”, a su lado, un nazareno con hábito morado y capirote negro, portaba en un cojín no un objeto sagrado: una corona de espinas, un libro de reglas o un cáliz medieval sino un tricornio de Guardia Civil, que era el Hermano Honorario de una Hermandad que procesionaba a una “dolorosa”,  de una más que dudosa calidad artística o imaginera en cuya presidencia se integraba el concejal más conservador de la conservadora Corporación Municipal y el Comandante de Puesto del Benemérito Cuerpo.

En aquel pueblo siempre había habido grandes diferencias sociales, unos pocos señoritos de cortijo y casino y muchos pobres, jornaleros contratados en la “plaza” cada día de cosecha, y la Benemérita siempre también, había cuidado muy mucho de conservar el status de cada quisque y la sacrosanta propiedad privada. A mayor cantidad, más privada y sacrosanta. Por eso eran hermanos honorarios de aquella santa hermandad que desfilaba, entre el humo de los altares, la tarde del Jueves Santo, mientras un coro de ánimas cantaba: “Perdona a tu pueblo Señor. No estés eternamente enojado”.

Otros arrastraban cadenas -al fondo de las Españas-, un clérigo leía desde un balcón y con un micrófono un pasaje del Evangelio en el Huerto de Getsemaní, lleno de judas y de traiciones y el “Imperio Romano” –cien tíos más grandes que carros- iba a lo suyo: a lucir su palmito pecholatado ante la pequeña multitud, engalanada con corbatas, trajes de chaqueta –moda Corte Inglés- y tacones inverosímiles para las empinadas y empedradas calles del pueblo.

Después del Domingo de Resurrección los alrededores serranos del pueblo se llenarían de espárragos silvestres y los parados rifarían manojos de ellos, recolectados en larga caminata, en los casinos de ricos y pobres del pueblo y alguien prepararía una tortilla que sabría a incienso, a paro, a romano con coraza de lata, a cura preconciliar y a tricornio de Guardia Civil –puesto en un cojín-.


¡Viva el Imperio Romano!