viernes, 15 de enero de 2016

La caverna se llena de piojos




Treinta y ocho años han pasado, treinta y ocho veranos, treinta y ocho  largos inviernos desde que en un cálido día de junio, dicen, que se instauró la democracia en España.  Es mentira. Aquella oligarquía que había sometido al pueblo a sangre y fuego, se hibernó, decidió larvarse y aparentar que aceptaba la “transición democrática” pero siguieron en sus cuarteles de invierno.

Hace sólo unos días se ha constituido la XI Legislatura y hay que verlos desafiantes, insultantes, autoritarios, refugiados en sus camadas negras. Cayetana, Celia, Pilar Cernuda, las editoriales del “ABC”, de “ La Razón”, de “El Mundo”, de “El País”, las tertulias de la 1 o de 13 TV, los programas de la COPE.  Están ahí y son los mismos. Esta caterva espera que, como a  Franco, sólo los juzgue la historia.

Les parece un crimen que una diputada dé de mamar a su bebé o temen una infección de piojos por el peinado de un diputado.  Pero han estado ahí, viendo y alentando a un presidente de Gobierno mandando mensajes de ánimo a un delincuente. Amparando el mayor escarnio legislativo a los derechos populares. El retroceso imparable de libertades y derechos. Pagando la ruina especulativa de los bancos con dinero público robado a pensionistas, desempleados y prestaciones sociales, callados como lo que son, putos.

La caverna, adicta a la corrupción, no ha dicho nada. Ahora vulcanizan editoriales sobre el que la gente de la calle, sin corbata, con camisetas, con rastas, ocupe las tribunas pensadas para recoger la sociedad múltiple, diversa y real, la voz de los sin voz pero, su verbo se ha hecho corrosivo por el miedo de sus señores. De los banqueros propietarios de su caverna de medios, de su opinión y de sus vidas.

Desde esta altura de la vida uno vuelve la mirada y no encuentra en aquel espacio sórdido  de la dictadura ningún valor de civilidad.  Sólo miseria política, hambre y piojos, que, miméticamente, reaparecen con el miedo.

Los han visto en el hemiciclo, antes estaban en la calle o rodeando su parlamento de ricos y les ha entrado el terror. Con perdón, la cagalera. Este miedo, esta diarrea, se refleja en sus voces y plumas pagadas. ¡Están cagaos!

Su trascendencia son los criterios de amamantar, los trajes de los Reyes Magos, el mal olor que soporta una alcandora facha o los posibles piojos de un ingeniero químico. El que se robe por quilos, se cobren comisiones, se escondan en sociedades pantalla en las Antillas Holandesas y se tapen detrás de una columna, no tiene ninguna importancia.

El día en que enterraron a Franco, tras la llamada de un amigo, abrí una botella de coñag que creí que era el mejor que podría comprar, y de madrugada, en la cama, alcé mí copa hacía el futuro. Cuarenta años han pasado. A partir del momento en que una losa de mil kilos cubrió los despojos del dictador, sus descendientes se quedaron sin dialéctica, sin argumentos, juntan letras, reunidos en una caverna y siguen anclados en la voluntad del tirano.

Están preocupados por los piojos que les pueden contagiar. Sin darse cuenta que ellos mismos, son el contagio.

Ellos, son los piojos

miércoles, 13 de enero de 2016

Sólo literatura




(Basado en un relato de Manuel Vicent)

Estaba en la terraza de un bar leyendo el periódico y de pronto se enteró de que había habido elecciones generales pero él no se había enterado de nada, porque el acordeón sonaba igual y las noticias del periódico eran exactamente las mismas.

Algunos diputados eran imputados por asociación criminal, alguien había grabado a otro alguien triturando documentos reveladores de una contabilidad en B y un ministro revelaba que tenía un ángel de la guarda particular cuando iba a aparcar su vehículo. El músico indigente continuaba tocando y el sol de enero brillaba sin calentar.

Comenzó a sospechar que algo raro había sucedido cuando en el televisor de la terraza cubierta, vio a una diputada dar el pecho a su bebé en su asiento parlamentario, mientras otra jugaba al Candy Crash en el suyo de la  vicepresidencia.

Después vio a un tipo sin corbata, apoyado en el escaño de otro muy encorbatado, con cara de empleado de Banca en excedencia, debían de estar pactando como repartirse algo, pero no le importó demasiado porque parecían el mismo diputado en dos personas distintas.  Todo era tan igual, tan normal, que aquel hombre siguió tomándose el aperitivo en aquella  terraza,  una mañana de enero, bajo los árboles fríos y dorados.

En la terraza había parejas jóvenes con niños y un caballero con aspecto de militar retirado observaba atentamente cómo en el alcorque de una acacia defecaba su perro. A fin de cuentas, el cambio  de parlamentarios,  era algo tan lampedusiano, como la caca de un perro: “Que  cambie algo para que nada cambie”.  

Pensó sobre el tiempo que había pasado en la anterior legislatura  y se llevó una sorpresa al comprobar que de los últimos cuatro años  solo recordaba una acción abortada de rodear el Congreso,  los siete colores del arco iris y la espuma de la cerveza  que en el verano se había tomada en la playa.

En ese momento alguien se acercó a pedirle fuego y después de prender el cigarrillo, le preguntó: "¿Se sabe ya quién va a ser el próximo presidente?". “Todo está pactado y bien pactado”,  le contestaron. Consúmmatum est.

Cuando el músico mendigo cesó de tocar el vals con el acordeón, le tendió una lata de cerveza  pidiéndole limosna y el hombre le entregó una moneda acuñada con la efigie de un rey, cuya hermana se sentaba en banquillo judicial esos días.


 A su alrededor sucedían estos hechos curiosos, aunque, en realidad, la única prueba de que había habido elecciones era que un señor con barba, con acento gallego, ya no se sentaba a leer el “Marca” en un despacho con banderas y escudos de algo indefinido, con sabor a lentejas, a lo que llamaban “la patria”. 

martes, 12 de enero de 2016

Gila resucita y habla con el “enemigo”





(Después de marcar un número de teléfono):

¿Es el Presidente del Desgobierno?

Que se ponga... (Pausa)

(Conversando):

-          ¿Presidente, podría parar la corrupción  un momento? (Pausa)
-           
-          (Gritando más alto): ¿Si se puede parar de robar un momento?
-           
-          Ahora sí, le escucho... (Pausa)
-           
(Conversando):

Le querría preguntar una cosa...

Esto... (Pausa) 

(Respondiendo): No, ¿ustedes van a robar mañana? (Pausa)

 (Preguntando): ¿A qué hora? (Pausa)

(Conversando):

 Entonces, ¿cuándo? (Pausa)
 (Preguntando):
  ¿El domingo? (Pausa)
 (Preguntando):
  Pero, ¿a qué hora? (Pausa)

(Pensativo):

¿Después de romper el disco duro?.. (Pausa)

(Dando opciones a elegir):

 ¿Y no podría mandar el SMS más tarde?
Después del futbol... (Pausa)
(Preguntando):

¿Ha leído usted ya el “Marca”? (Pausa)

(Desanimado):

¡Hala, que bestias, como en la Gurtel ¡(Pausa)

(Dudando):

Yo no sé si habrá sobres para tantos... (Pausa)

 (Dando opciones a elegir):

Bueno, nosotros le pagamos al Fiscal  y ustedes se las entiende... (Pausa)

 (Conversando):

 Ayer estuvo aquí el tesorero de Ustedes... (Pausa)

(Explicando):

Luis... El amigo de Arenas, vestido de lagarterana... (Pausa)

 (Explicando):
                ¡Que se llevó las cuentas a Suiza…!

 ¡Que las traiga! ¡Que nos van a enchiquerar a todos! (Pausa)

 (Dando opciones a elegir):

Bueno, que se repartan un poco  y nos las devuelvan... (Pausa)

(Explicando):

 Sí, ¿porque ahora qué le decimos a los parados que nos votan? (Pausa)

 (Conversando):

                De acuerdo... Y... ¿Podían parar la Púnica por lo menos una hora o algo así? (Pausa)

(Explicando):

 Sí, porque los Jaguars ya no caben en los garages... (Pausa)

 (Explicando):

Una señora de La Mancha…que ha metido la mano en un cajón y ahora no la puede sacar...

(Pausa)

(Explicando):

 Si está viva... Porque le oímos, dice "¡Jamás te lo perdonaré, Carmena, jamás, jámas"...

(Pausa)

 (Explicando)

 Y hemos probado con jabón, pero se le atrancan las comisiones y no sale... (Pausa)

(Quedándose de acuerdo):

Pues, ¡es verdad! A lo mejor con Esperanza se desatasca... (Pausa)

 (Riéndose):

¡No se nos había ocurrido! (Pausa)

(Dando opciones a elegir):

Bueno, ¿entonces quedamos así?... (Pausa)

 (Conversando):

De acuerdo... ¡Hasta el domingo!... ¡Que usted lo robe bien!

¡Se fuerte, Luis!


domingo, 10 de enero de 2016

El aquelarre de los obispos





PRIMERA ESCOBA

“Es peor el aborto que los abusos a menores en las escuelas católicas”

Antonio Cañizares. Arzobispo de Valencia


"La mayor parte de las mujeres que mueren lo son por sus maridos que no las aceptan, las rechazan por no aceptar tal vez sus imposiciones; o por su expareja, o también por el que convivía con ella"  

Braulio Rodríguez. Arzobispo de Toledo.


"Está infectado, como el PSOE, del lobby gay, informado ideológicamente por el feminismo radical e infiltrado por el movimiento LGBT " .

Juan Antonio Reig. Obispo de Alcalá de Henares.


"El matrimonio entre una recién nacida de tres días y un hombre de setenta años o de un hombre y un perro".

Jesús Catalá. Obispo de Málaga.


“Matar a un niño indefenso, y que lo haga su propia madre, da a los varones la licencia absoluta, sin límites, de abusar del cuerpo de la mujer, porque la tragedia se la traga ella”.

Francisco Javier Martínez. Arzobispo de Granada.


'Hay menores que desean el abuso e incluso te provocan'

Bernardo Álvarez. Obispo de Tenerife


"La ideología de género no es sino una metástasis del marxismo”.

José Ignacio Munilla. Obispo de San Sebastián.


“La fecundación in vitro es "un aquelarre químico de laboratorio".

Demetrio Fernández. Obispo de Córdoba.


SEGUNDA ESCOBA

 “¿Esta invasión de emigrantes y de refugiados es todo trigo limpio? ¿Dónde quedará Europa dentro de unos años?”

Antonio Cañizares. Arzobispo de Valencia


El arzobispo de Toledo recuerda que zurdos y pelirrojos son criaturas de Satán

Braulio Rodríguez. Arzobispo de Toledo.


“Hay que quitarle el voto a las mujeres porque últimamente piensan por su cuenta.

Juan Antonio Reig. Obispo de Alcalá de Henares.


Munilla asegura en un libro que las mujeres son “cíclicas”, y advierte de que los procesos hormonales de estas pueden hacer que les dé “por la limpieza”


“La Unesco tiene un plan para "hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual".

Demetrio Fernández. Obispo de Córdoba.



Homofobia. Machismo. Involucionismo. Mediavalismo. Etnocentrismo. Fanatismo. Reaccionarismo. Egoísmo. Racismo.


Disentería con sotana, capelo y mitra. 

jueves, 7 de enero de 2016

El decálogo de Lucas






UNO.- El veto de la CUP a Artur Mas como president de la Generalitat tendrá más efectos que los analizados hasta ahora en la política española.  La CUP se mueve sobre dos ejes: el anticapitalismo y el independentismo, y ha privado el primer componente sobre el segundo. Y ha establecido, de manera real, una práctica irrenunciable en las formaciones políticas: las decisiones importantes se toman debatiendo y votando las bases.

DOS.- El PP y el PSOE han respirado aliviados ante esta medida. La consolidación del proceso independentista catalán, bravuconadas unionistas y patrioteras aparte, les habría debilitado seriamente sus posibilidades electorales a corto y medio plazo.  Y después de agotar epítetos sobre la “ingobernabilidad” de Catalunya, la repetición de unas elecciones generales es el escenario futuro más probable.

TRES.- El PP y Mariano Rajoy repiten como un trantra que “debe gobernar la lista más votada” y le atribuyen todo un conjunto de virtudes a esta posibilidad: “estabilidad”, “democrática”, “necesidad económica del país”. Olvidan que si bien es cierto que el 28 % de los españoles los han votado, no menos cierto es que hay un 72 % -sin contar abstencionistas- que no lo han hecho. Por lo que se puede decir que 3 de cada 4 votantes no han votado al PP ni a Rajoy, y que el hecho de que no fuera el próximo presidente de Gobierno, no era menos, sino de más cualidad y calidad democrática.

CUATRO. La derecha del PSOE (que ya es decir) se están movilizando, con Susana Díaz, como supuesto icono triunfador en contra de un posible pacto del sector del partido que vería favorable un acuerdo con Podemos y otras fuerzas de izquierda. La inercia estatalista del PSOE, cuajada en tantos años en el poder, con sus inevitables secuelas de corrupción y derechización ideológica, se pone al descubierto con una evidente carencia de alternativa. Son más de lo mismo. Y a este “lo mismo” ya lo conocemos. Demasiado.

CINCO.- La línea de deriva política de Susana Díaz, pactando con el centro-derecha en Andalucía, con declaraciones y actitudes de “patrioterismo hortera” y escalando con descaro en dos direcciones: el mando en su partido y en una candidatura socialista futura,  es vista sin denuncia por parte de la caverna mediática y el microcosmos de profesionales de la política. Nunca tanta ambición, al descubierto, había dado para tan poco.

SEIS.- Hace falta muy poca inteligencia, o mucha mala fe, para no darse cuenta que la supuesta línea roja de un referéndum soberanista en Catalunya no es ninguna condición insalvable para un acuerdo de Podemos con la autollamada “izquierda” que representa el PSOE.  La propuesta clara de Iglesias y de Podemos es: resolvamos el problema de Catalunya haciendo un referéndum que ganaremos (para el no).

SIETE.- En unas muy probables nuevas elecciones generales nos encaminaremos hacía un nuevo bipartidismo imperfecto: El PP se comería a buena parte del electorado de Ciudadanos y Podemos sobrepasaría al PSOE, sorpasso y expectativa razonable por ver el papel y la ejecutoria de Podemos como principal alternativa opositora.

OCHO.- Los próximos días nos pueden reducir las diferencias entre posibilismo y política real. La composición de la Mesa del Parlamento y la elección de su presidente nos van a sacar de la duda de si hay una dialéctica exclusivamente para uso en las campañas electorales o tiene alguna relación con la realidad. Me refiero a si había una voluntad real de cambiar las cosas o sólo eran verborreas de usar y tirar durante quince días.

NUEVE.- Lo que en otro tiempo se llamó “los poderes fácticos”, están desarrollando una importante presión para que el conservadurismo más feroz y retrógrado siga gobernando este país y prosigan sus políticas de austeridad y recortes de derechos políticos y sociales. Da auténtica vergüenza ajena comprobar las campañas de descrédito a los partidos, a los posibles pactos, añorando una realidad de mayorías absolutas y “ordeno y mando”. Democracia es esto. Dialogar, parlamentar, convenir, acordar, inclusive pactar. Lo otro son remedos de lo que es su esencia –nunca abortada-: la dictadura y su espíritu.  


DIEZ.- En menos de una semana se tiene que definir si la preocupación principal de los que aspiran a gobernar a su país es atender a lo que el acertado diagnóstico llama “emergencia social” o se limita a ocupar, pasivamente, sillones y cargos. Aquí lo resistiremos todo, pero ellos, tienen el riesgo de morir intoxicados por un poderoso veneno: el poder.

lunes, 4 de enero de 2016

La "Gran Noche" de Mariano





Hoy para mí es un día especial
bailaré esta noche,
las uvas tomaré
porque Viri me esconde.

Podré soñar con mi reelección
y la abstención de Susana
y gobernar otra vez al país
como me dé la gana.

Que pasará, que misterio habrá
puede ser mi gran noche
y al despertar el Rivera dirá
corrupción no conoce.

Caminaré abrazando a este “amor”
Parlamento sin rumbo.
Descubriré que pactar es mejor
cuando todo esta obscuro.

Y sin hablar nuestros pasos irán
a buscar otra puerta
que se abrirá como mi corazón
cuando él ya esté acerca.

Que pasará, que misterio habrá
puede ser mi gran noche
y al despertar ya mi socio será
y la Merkel sabrá
que habrá más recortes.

Y a la Banca no olvido
podré reír, y con Osborne cantar
disfrutando la vida.

Olvidaré el trago electoral
y las penas, Facundo, 
y escucharé abstenciones contar
en portada de “El Mundo”.

Que pasará, que misterio habrá
puede ser mi gran noche,
y al despertar Susanita sabrá
gobernar sin reproche.

Que pasará, que misterio habrá
Puede ser mi gran noche
Que pasará, que misterio habrá
Puede ser mi gran noche

sábado, 2 de enero de 2016

Gilipollas



Sonaron las doce campanadas de año nuevo, media humanidad daba saltos por una alegría que nadie, a ciencia cierta, sabía a qué se debía. ¡Feliz Año Nuevo, decían!  Haciendo sonar matasuegras bajo una lluvia de serpentinas y atragantándose con  los huesecillos de unas uvas mal digeridas.

Al día siguiente los bombarderos iban a seguir haciendo su trabajo, dos millones de refugiados seguirían a la intemperie ante unas vallas asesinas, subiría el precio de los autobuses y algún Subsecretario de Estado prepararía el decreto de otros 10.000 millones de recortes. Pero la gente descorchaba el cava y llamaba compulsivamente con su teléfono móvil.

Las promesas que se establecieron el año pasado yacían incumplidas mientras la Tierra había girado sobre sí misma una rotación completa. Algunos sólo era un año más absurdos, las arrugas de su cara era un año más profundas  y su hígado había aguantado trescientos wiskis más.

Al final de este viaje de 360 grados, estábamos donde el año pasado, con menos pelo y más feos ante el espejo. Sólo existen dos salidas: hacerse el gilipollas total, celebrar las trasparencias de las presentadoras gilipollas de las cadenas, también dirigidas a la gilipollez extrema o esperar que el destino sea conducido con alguna inteligencia, propia o ajena,  hasta el fondo del universo.

En el primer caso, cuando más te aproximes al chimpancé, más feliz serás, de modo que te dará igual una cadena –de televisión o de la vida- que otra. Sólo tienes que esperar la llamada del gilipollas de tu obispo o de tu Presidente de Gobierno.

En el segundo, te verás y sentirás cada vez más solo/a. Ya ni siquiera te consolará la poesía, ni decir que ese viaje alrededor de uno mismo será otro regreso a Ítaca. Tus partidos, tus ideologías, o desaparecerán como opciones electorales y todo lo decidirán los ocho tertulianos comprados (y gilipollas), de una cadena mental en forma de grilletes de ondas televisivas.

Pero ya están ya creciendo los días. Cualquier día de estos saldrás al campo y habrán florecido los almendros. En febrero la savia teñirá de amarillo las mimosas y algo que comienza a agitar las gemas de los árboles también subirá por tus piernas hasta alcanzar el paladar, y a partir de ahí rodarán las horas.

Llegará el verano. Y las frutas. Y las horas de sol en la playa. Y un atardecer eterno, donde al ponerse el sol dan ganas de aplaudir o de escuchar a Bach, rajar una sandía o notar el perfume del mar, entre sal y algas.

Puede haber un beso sobre unas sábanas frescas. Y entonces, si, no ha habido que pedir ni a los dioses ni a los astros nada que ya no tengas, que no merezcas. Entonces, no el año, sino el momento será feliz.


Y no será un golpe del destino, es que una multitud de gilipollas estaba esperando que llegara otro 31 de diciembre.