martes, 20 de enero de 2015

amarillo de estrellas: El PP nunca tiene la culpa

amarillo de estrellas: El PP nunca tiene la culpa: El fiscal del caso Gurtel ha hecho un extenso relato donde encuentra culpable al PP de mantener una contabilidad “B” y una financia...

El PP nunca tiene la culpa





El fiscal del caso Gurtel ha hecho un extenso relato donde encuentra culpable al PP de mantener una contabilidad “B” y una financiación ilegal durante quince años. No lo dice ningún candidato de algún partido de izquierdas ni ninguna prensa dada al sensacionalismo: lo dice el fiscal de un caso que lleva siete años instruyendo la causa.

En cualquier país normal, un hecho de esta naturaleza, con decenas de cargos del partido imputados para los que se piden más de cien años de cárcel, provocaría la dimisión inmediata de todos los responsables orgánicos del partido durante ese período de tiempo hasta que la causa se viera y se juzgara en los tribunales. El PP dice que “no es una causa del PP, sino contra el PP”. Las víctimas.
Esto no es sino una estrategia que el Partido Popular viene aplicando desde hace mucho tiempo: la culpa es de los demás. O del empedrado.

En el hundimiento del Prestige en las costas gallegas en 2002, para las autoridades gallegas o nacionales, el único culpable fue el capitán del barco, el griego Mangouras. Incluso Ana Botella fue más allá, como acostumbra, en su filosofía profunda: "En la catástrofe del Prestige sólo hubo un culpable: el barco".  El capitán o el barco.

En la catástrofe del Yak-42 en 2003, murieron en Turquía 62 militares españoles y 13 miembros de la tripulación, los culpables según Federico Trillo fueron “tres militares que recibían órdenes pero que actuaron por su cuenta”. Los que actuaron por su cuenta.

En el atentado del 11-M de  2004,  con 198 muertos, el Gobierno de José María Aznar trató en vano de culpar a la banda terrorista ETA, con llamamientos a los medios de comunicación, circulares a instancias internacionales y ruedas de prensa dirigiendo la responsabilidad a los etarras. Ángel Acebes, insultó a quienes dijesen o creyesen otra cosa.  ETA.

En el  accidente del Metro de Valencia en 2006, con  43 muertos y 47 heridos, ocultados a la opinión pública y silenciados por la televisión valenciana, la culpa según la Generalitat Valenciana encabezada por Francisco Camps  fue del conductor, Joaquín Pardo, uno de los fallecidos. El muerto.

Al inicio de la crisis económica, en 2007 la conclusión del Gobierno fue  “que los ciudadanos, que han vivido por encima de sus posibilidades”.  La irresponsabilidad (e ilegalidad en muchos casos) de las entidades financieras, las leyes alentando la especulación inmobiliaria redactadas por el Gobierno Aznar, la falta de control de los mercados y la corrupción para enriquecerse desde las instituciones, para el PP, no tuvieron nada que ver.  Los ciudadanos.

Cuando el escándalo del  Caso Bankia empezó a asomar, que Miguel Blesa, compañero del colegio de Aznar, utilizara Caja Madrid como su propio cortijo para comprar a políticos y sindicalistas, haciéndolos ricos y haciéndose él más rico aún a costa de estafas (preferentes) no tenía la menor importancia y Aznar “puso la mano en el fuego” por su amigo y por su honradez.  Que la caja madrileña pasase a ser un banco presidido por Rodrigo Rato, ex vicepresidente de Aznar y presidente del FMI, en una operación que ha esquilmado las arcas públicas (23.000 millones de aportación del dinero de todos)  no cuenta. El único condenado por ahora a 17 años de inhabilitación es el juez que se atrevió a hacer pisar la cárcel a Blesa, Elpidio Silva.  No se han atrevido a expulsar a Rato y él ha pedido la baja en el partido.  El juez.

En el  accidente ferroviario en Santiago de Compostela en 2013,  según el Gobierno, sólo el maquinista que conducía el tren, Francisco José Garzón, fue el responsable de hacer colisionar el Alvia en la curva 'A Granderia' de Angrois, a 3 km. de Santiago de Compostela (A Coruña) y que muriesen 80 personas y hubiese decenas de heridos y traumatizados.  La insuficiente señalización de la vía, el precario sistema de seguridad para los cambios bruscos en la alta velocidad (220 a 80 km/h), las recomendaciones continuas de los maquinistas para que se resolviesen éstas y otras deficiencias no tienen ninguna trascendencia. Una diputada del PP de la Asamblea de Madrid, víctima del accidente, ha dimitido y no ha sido responsabilizada del mismo por casualidad. El responsable segundo del Ministerio de Fomento, Rafael Catalá, ha sido ascendido a ministro de Justicia. El maquinista.

En la tragedia en la frontera de  Ceuta del pasado año,  la conclusión de Interior es que los 15 inmigrantes que intentaron llegar a España a nado en la frontera de Marruecos con Ceuta son culpables de su propia muerte por ahogamiento. Que el material antidisturbios de la Guardia Civil (bolas de goma, botes de humo y cartuchos de fogueo) impactara contra los débiles nadadores es lo de menos.  La culpa fue de los muertos.  Los inmigrantes.

En la reciente crisis del ébola, la enfermera Teresa Romero ha sido  señalada como culpable por el PP y por el Consejero de Sanidad de la Comunidad Madrileña, pues fue culpabilizada por tocarse la cara con el traje de protección tras atender al misionero García Viejo, infectado en África. El perro Excalibur fue sacrificado sin contemplaciones. La enfermera y su perro.

En el caso Gurtel que instruye el juez Ruz, con un registro de la sede del PP incluido, el primero en caer fue el juez que comenzó la investigación de la trama de corrupción incrustada en el Partido Popular, Baltasar Garzón. El Tribunal Supremo condenó a once años de inhabilitación al magistrado. Que buena parte de los encarcelados por la Gürtel, incluido el cabecilla Francisco Correa, estuvieran en la boda de la hija de Aznar o en las administraciones y puestos orgánicos del PP es lo de menos. Las escuchas ilegales.

Luis Bárcenas que hoy puede tener la libertad bajo fianza de 200.000 euros, después de descubrírsele una fortuna de 42 millones en Suiza, se mantuvo en el partido meses y años después de conocerse los hechos. Dolores de Cospedal, en un farragoso parlamento lo trato de justificar como un “finiquito diferido”.  Rajoy le mandó SMS de ánimo aun cuando ya se conocían la mayoría de los delitos.  El finiquito. O el diferido.

Sean el barco, el juez, el maquinista, los muertos, los pilotos, ETA, las escuchas, la enfermera, su perro o el finiquito, el PP nunca tiene la culpa.


Y de castigo, Carlos Floriano, se encarga de explicárnoslo, en cada evento. 

lunes, 19 de enero de 2015

Versión de "La Saeta"






Dijo una voz “popular”: (del partido)

"Quien me presta una mordaza
pa hacer una dictadura
y a todo el pueblo español
irlo metiendo en cintura”.

oh, la saeta al cantar
a este pueblo soberano 
siempre amarraó de las manos
siempre por esclavizar”.

cantar de los silenciaos
que en todas legislaturas 
les dictan leyes obscuras
que los dejan amarraos.

cantar de la tierra mía
que votando a los peperos
nos dejan en la agonía
mientras roban los dineros.

oh, no eres tu mi cantar
no puedo cantar, ni quiero
al dictador bananero
sino al pueblo en libertad.

oh, no eres tu mi cantar
no puedo cantar, ni quiero
a ese pueblo pordiosero

sino al que no se deja atar. 

martes, 13 de enero de 2015

Un ego como la Torre del Oro o el próximo tren no se me escapa



En aquel piso del barrio de Triana había un cuadro con el retrato de Pablo Iglesias y un poster con un fotograma de Novecento, esto es casi todo lo que le hace decir que ella es “roja”, pero “decente”, que como un elogio o fideo de la caverna le regala Inda cuando pelotea al PSOE.

En realidad, Susana Díaz Pacheco, es una aparatera, de carnet y tribu de papeleta,  que ha reunido tropecientos cargos públicos y orgánicos de un partido pegado al poder andaluz como una ventosa. O lapa.

Pero siempre se cumplen ciertos ritos, ahora, recordando al “gran estadista” que fuma puros con carnet de identidad colombiano, todo el mundo dice que es “muy brillante”. Si, como el arroz, pero tardó diez años en terminar la carrera de Derecho en una facultad donde había más profesores, militantes de su partido,  que esquinas en el Barrio de Santacruz.

-           Tendrás que hacer algo hermosa.
-           Yo soy hija de fontanero y me acuesto a las ocho.
-           Pues el partido que nos da de comer se cae.
-           Eso, el infierno son los otros.

Se metió en el partido hasta las cejas, despachos y listas, y no salía de allí. No se movía y salía en todas las fotos.  Luego, para disimular, dice que cuando fue imputado el primer cargo del partido de las cuatro letras ella estaba en BUP.

¡Y siempre ha trabajado mucho! ¡Él no va más! Ha dado clases particulares y vendido cosméticos a domicilio, lo que aprovechaba para repartir propaganda de los de “cien años de honestidad y honradez”. Con cuarenta de vacaciones y las excepciones de ERES y Fondos de Formación.

Se ha tomado muy serio lo de “la prioridad absoluta de Andalucía y los andaluces” en sus ideas y su mente, pero eso también lo decía Chávez y ahora está a las puertas del Tribunal Supremo.

Para la casta las tardes se están haciendo muy largas y alguien coge un aire de dignidad cuando pide que este o aquel devuelvan el dinero de su contrato-beca y a alguna, la que tenía un ratón, se le olvida que la persona que duerme en su mismo colchón tiene un opaco asunto de cursos de formación, por un montante muy, muy superior a una bequita, con una mínima o nula aclaración.

-           Los corruptos son los demás.
-           ¿Qué dice, señora presidenta?
-           Que nosotros somos “mu decentes”
-           Y rojos, que no se le olvide.
-           Eso que lo diga el Rey de Marruecos. O Eduardo Inda, que no está a favor del bipartidismo.

-            
Susanita ha descubierto la hondura de la razón de Estado y, segura de cierto batacazo próximo, no está dispuesta a que el tren pase otra vez sin cogerlo.  Cuando se estén lamiendo las heridas, vendrá ella, desde el proletariado trianero a salvar a su partido y al mundo.

Pero la peste bipartidista ha producido muchas víctimas y aunque ahora va a tensar la cuerda para poner fin al pacto con “los comunistas” y salvar a Andalucía de las hordas de Lenín,  le puede ocurrir como a Sansón. Que muera en el templo con todos los filisteos dentro.  Y entonces los ERES, y sus beneficiados con carnet,  saldrán por la ventana.


viernes, 9 de enero de 2015

Veinte poemas de “desamor” y una canción desesperada



En diciembre de 2010 escribí un artículo  titulado casi de igual manera que el actual. Alguien muy cercano me ha animado a que dado que tuvo un cierto eco, lo “actualice”. Allá que voy.


No creo en esta Democracia, ni en este Régimen, ni en este Estado, ni en su Presidente, ni en ninguno de sus ministros, asesores y leguleyos.  No creo en el Rey, ni en la realeza ni en la monarquía ni en ninguno de los reyes que en el mundo han sido.

No creo en la Unión Europea ni  en sus  inútiles y costosos  Parlamento de Bruselas y Estrasburgo. No creo en los “organismos” Europeos,  ni en su Banco Central, ni en Fondo Monetario Internacional,  ni en la madre que los parió.

No creo en la Banca ni en los Banqueros, ni en las Cajas, ni en los curas que las han gobernado y arruinado. Ni en la “burbuja inmobiliaria”, ni en el puto liberalismo de las narices.

No creo en los USA ni en su democracia, alimentada de guerras contra los débiles  y la explotación sistemática de las riquezas ajenas. No creo ni en sus presidentes, ni en su diplomacia, ni en su permanente ejercicio de la mentira, el espionaje ajeno y en la tortura, demostrada miles de veces, de personas y países.

No creo en los llamados “valores” de Europa y Occidente, basados en la hipocresía, la avaricia y la insolidaridad, el sobredimensionamiento de unos hechos y el ocultamiento sistemático de otros.

No creo en la Iglesia Católica ni en el Papa ni en el Vaticano. Ni en los cardenales, obispos, curas y monaguillos. Ni en su falso mensaje de humildad e igualdad entre los humanos cuando se fundamentan y viven en la ostentación y el enorme apego al poder, la riqueza y las prácticas pederastas.

No creo en la Justicia ni en los jueces de mi país de nacimiento, ni en los fiscales, ni en los tribunales ni magistraturas, ancladas, emocional, política y jurídicamente,  en el régimen franquista y predispuestas a condenar a los débiles y proteger, hasta el éxtasis, a los poderosos.

No creo en la llamada “Transición” ni en las leyes y prácticas a que ha dado origen, ni en la capacidad de democratización de las oligarquías que han gobernado y gobiernan este país, que producen una Casta y unos partidos tan corruptos como su financiación y como el control que hacen de los medios de comunicación
Estos son mis valores, y a diferencia de lo que dijo Groucho Marx, para el que no le gusten, no tengo otros.

Me quedo con las letras populares del flamenco, concretamente con una de ellas y lo que representa “ya va llegando la horita de que las agüitas vuelvan a su cauce. Las esquinas con sus nombres, ni reyes, ni santos, ni frailes ni roques”.


Pues eso.

¡Y mierda, no encuentro el nolotil!


¡Y no amanece!

martes, 6 de enero de 2015

VERSIÓN DE “SAN RAFAEL” DE FEDERICO GARCÍA LORCA




Coches con curas llegaban
a las orillas de juncos
donde las ondas alisan
romano torso desnudo.

Coches que el Guadalquivir,
sin inmatricular en curso,
repudiaba al obispo,
ladrón de arcos y surcos.

Los niños tejen y cantan
el desengaño del mundo,
cerca de la gran Mezquita
robada por sus obispos.

Pero Córdoba no tiembla
ante el latrocinio uso
pues si el obispo registra 
la catedral de su humo,
una memoria de siglos
afirma a su dueño justo.

Ciudadanos ya robados
reclaman los mihrabs puros
de la Aljama despojada
por la rapiña de brutos

Y mientras el puente sopla
diez rumores de Neptuno,
los curas expropiadores
huyen por el roto muro.

            II

Un solo pez en el agua
que a las dos Córdobas junta:
Blanda Córdoba callada.
Córdoba del cerrado puño.

Niños de cara impasible
en la orilla se desnudan,
aprendices de “Miguel”
y Demetrios de cintura,
para fastidiar al cura
en irónica pregunta:
inmatrículame ahora
o cuando oscurezca la luna.

Pero el pez, que dora el agua
y los mármoles enluta,
les da lección de equilibrio
de solitaria columna.

El ya fue inmatriculado
como cosa de los curas
en su mitin de rapiña  
y codicia sin hartura.

          *

Un solo pez en el agua.
Dos Córdobas de hermosura.
Córdoba robada a chorros.

Celeste Córdoba enjuta.

domingo, 4 de enero de 2015

Entrevista imaginaria a un imaginario Pablo Iglesias (2)




En una ocasión recibí el encargo de entrevistar a un personaje poco grato para mí: el arquitecto Santiago Calatrava.
Contacté con él en su estudio de Viena, me atendió muy amablemente y aceptó ser entrevistado por teléfono.
Preparé un equipo de grabación e hice la entrevista. Al terminar, fatalmente, me di cuenta que no había funcionado el registro y me quedé desolado.
Le conté al director del medio lo que había ocurrido y me dijo: ¡Invéntatela!  Procuré ser fiel a lo que me había respondido, pero la transcripción que hice fue de cosecha propia. Desde entonces me di cuenta que se pueden hacer entrevistas imaginarias. Sólo poniéndose en el papel y la mentalidad del entrevistado. A esta, de Pablo Iglesias, sólo le ha faltado que fallase la grabación.


Tras su primer acto de partido en Cataluña a muchos le ha parecido que “se ha puesto de perfil” ante la problemática allí existente. ¿Qué opinión tiene al respecto?

-           No estoy de acuerdo que mi actitud haya sido “ponerse de perfil”. Cataluña está siguiendo un proceso que tiene su origen muchos siglos atrás. Discutir, debatir o decidir sólo sobre una de las muchas cuestiones que el sentimiento del pueblo catalán tiene respecto a su status como nación es simplificar las cosas.  Hay que debatir y responder a todas y cada una de las posibilidades. ¿Dónde? En un proceso constituyente de todos los ciudadanos del estado español donde se pongan en cuestión todas las cuestiones mal resueltas de un fraude político llamado “transición”


Sin ambages, ¿deben poder votar o decidir los catalanes?

-           Deberían poder votar no sólo sobre si se convierten en un estado independiente, cosa que yo no deseo, sino sobre todas las cuestiones que afectan realmente a su real soberanía. No puede ser que una cuestión tan importante se resuelva entre los responsables de economía o en una charla, más o menos amistosa, entre el señor Más y el señor Rajoy.

-            
¿Qué diferencia hay entre el “proceso constituyente” del que usted habla y la “reforma de la Constitución” que propugna el PSOE?

-   Tenemos un ejemplo relativamente reciente de cómo algunos entiende el concepto “reforma”. En pleno mes de agosto, con ausencia física de los parlamentarios que estaban de vacaciones, se juntan José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy y reforman nada y nada menos el artículo 135 de la Constitución, que supedita la soberanía y la necesidad del pueblo español a los intereses de los mercados. ¿Eso es reformar la Constitución? No, eso es ponerle un candado a la libertad y convertir al ordenamiento jurídico del país en un pacto de amiguetes.


El PSOE tiene una actitud de decir “somos de cultura republicana” pero apoyamos, de momento, la monarquía y la figura del Rey, ¿no le estará pasando a usted y a Podemos algo parecido?

-           No queremos entrar en ese debate-trampa. En el mismo siempre ganan los de siempre: los corruptos. Lo importante es que los gobernantes y las formas de gobierno reflejen siempre lo que quiera la mayoría social. Si una mayoría de ciudadanos deciden, pero no como una cosa prioritaria, porque no lo es, que quieren ser gobernados por un Rey, lo acataré y lo acataremos.

También ha resultado decepcionante que Podemos haya valorado el primer discurso navideño de Felipe VI como “aceptable”. ¿Qué tiene de aceptable un discurso que repite fielmente el espíritu y el concepto de un monarca abdicado que celebra en fin de año en el restaurante más caro de Beverly Hills?

-           Así planteado no tiene nada de aceptable. Lo que consideramos aceptable es que se invoque una nueva tendencia en la forma de gobernar, una apertura hacia un cumplimiento universal de la ley y la carencia de privilegios que algunos quisimos apreciar en este discurso, bastante predecible, diría yo.  Habrá que verificarlo más adelante.


(Seguirá)