miércoles, 25 de septiembre de 2013

Quien no pague que no mee


 

El Dios de los mercados se la tiene que cortar.  Cualquier acción, por miserable que sea, ahora, será de pago.  Nos subieron todo tipo de impuestos, desde la falsa certeza de que nunca, nunca,  lo harían.

Unas criaturas unívocas en la mentira nos sangraron, recortaron, congelaron, torturaron y engañaron. Sólo ellos captaron el fin último del expolio. Recibos de la luz que subían un 80 % en cinco años, copagos en la farmacia, copagos en el hospital donde se prolongan los cánceres, el sonido de todos los látigos, el engendro de todas las blasfemias políticas, un campo de almas esquilmadas, de estertores de toda libertad, de carcajadas de ministros y consejos de administración.

Aquella “desgracia” nos gobernaba. Las reglas de su mística era acabar con la sanidad pública, con la educación, con los jubilados y sus pensiones, mientras los cofrades se repartían las donaciones en una biblioteca sin libros de Zürich.

Habían robado y engañado hasta a los sapos y su heroísmo consistía en retirar palabras, impedir debates, tapar corruptelas y corruptos, aleccionar al Fiscal General de la “cosa” y del Movimiento.

Pero en uno de sus designios, acababa de aparecer el alabastro de su final, el fermento de su tumba.  En una borrachera paranoide habían decidido privatizar los urinarios.  Mear había dejado de ser gratis. El final de su liberalismo era este. Aunque no lo pareciera. Su oferta política final residía en la uretra.

Su ámbito crepuscular era este. Para mear hay que pagar y si eres pobre, revienta.

Toda su entropía era cosa de vejigas y penes. Y ahora, cuando la Estatua de la Libertad estaba a punto de ser arrojada a una desierta playa poblada por monos, estallaban en su locura. Quien no pague que no mee.

¡Parar mear y no echar gota!

lunes, 23 de septiembre de 2013

Hay ladrones para Rato


De casta le viene al galgo. El caballerete Rodrigo de Rato y Figaredo es hijo de Ramón de Rato Rodríguez San Pedro, prócer asturiano que fue un factótum en la quiebra, en los años sesenta, de hasta tres bancos: el de Siero, el Murciano y el de Medina, delito por los que fue encarcelado en 1966, y, ¡cómo no!, indultado por un Consejo de Ministros, que para eso, para indultar ladrones, está.

Es decir, que Rodriguito está bastante acostumbrado a los autos, los jetas y los fondos de reptiles.

             ¿Tú quién eres?

             Una catástrofe que cobra una pasta.

             Vaya por Dios. Tú pitarás.

             El Tío del Bigote  me hará vicepresidente.

             ¡Que desgracia!

España era una verbena donde cualquier hijo de ladrón, licenciado en economía, podía ser ministro y Aznar su presidente.

El feliz acontecimiento hizo que Rodrigo se dedicará a rematar todos los balones que llegaban al área y así privatizó Tabacalera, Telefónica, Argentaria, Endesa y Repsol. Las joyas de la corana, por lo que pudiera ocurrir cuando dejara de cantar la chicharra. Y tuvo una existencia feliz, con pajarita y “brillante” carrera. En aquel jolgorio liberal, Rodriguito dejó tieso al Estado y listo de papeles para las crisis que habían de venir.

¿Se ha dado usted cuenta?

             ¿De que qué?

             Todos los amigos del Aznarín se ha quedado lo chachi por una copla.

             Estará sembrando para poner los pies sobre la mesa del Capitolio.

No había caído. Yo me iré al Fondo. No el del mar, que de ahí vengo, sino al Monetario e Internacional y olé.

Y la “desgracia” salió corriendo a inventarse el “déficit de tarifa”, que era un ingenio para hacer parecer pobres a los que ya se estaban forrando.  Todavía loestamos pagando. Y cuando el mundo se volvió gilipollas del  todo lo nombraron director gerente del FMI y en vísperas de la mayor crisis financiera de la historia de este perro mundo, Rodrigo, ni las olió. El seguía marcando goles para su cartera y futuro. Y por debajo de las piedras de las sub prime tuvo que dimitir.

Pero aquí lo esperaban con la alfombra. Y en enero de 2010, una merienda de negros lo hizo presidente de Caja Madrid y recordando a sus antepasados se preparó para las dos grandes estafas de su vida y de la historia: Bankia y las preferentes.

Con Bankia metió un pufo de 37.517 millones que ahora pagamos a escote todos los españoles, desde los parados congénitos hasta los que viven de los carritos robados en Mercadona, y con “las preferentes” les quitó la tacita de caldo caliente a un millón de jubilados, ciegos y minusválidos a quienes una partía de bandoleros con corbata bancaria les engañó y timó al límite.

Pero allí estaba él, con el whisky en la mano, sin que nadie le inculpara, disfrutando con la  total impunidad comprada y planeando de la imagen que le fabricaban los medios de incomunicación del caos espiritual vigente: El Inmundo, la Ración y el Abecedario de los Fachas.

             Voy a fundar un partido.

             No te vale el que ya tienes.

             No. Luis casi me coge.  Voy a fundar el PPDBYE.

             ¿Qué significa?

             Partido Podrido de Banqueros y Estafadores.

             Comprareis la mayoría absoluta.

Y pondremos a Marhuenda de portavoz.

Ahora esta desgracia de la naturaleza ha hecho dos fichajes. 200.000 del ala de Timofónica, y en asociación de malhechores con su amigo Emilio, el de los Botines, otros 200.000 del Santander. Por un par de reuniones o consejos al año.

¡Y que los paraos y los jubilados se jodan ¡

En las calles de las ciudades, con las sábanas tendidas entre plátanos, por encima de las alcantarillas, las chabolas y el barro, se levanta su imagen. El mundo está sin un duro, pero él sigue cobrando. Y quebrando.

 

            

            

viernes, 20 de septiembre de 2013

El Mundo, La Ración, Díaz Ferrán y los sindicatos.


 

“Gerardo Diaz Ferrán, el expresidente de la CEOE que recomendaba a los demás "trabajar más y cobrar menos" para salir de la crisis, reunió un patrimonio inmobiliario de 88 millones de euros, que incluía una finca en Toledo con restos de un castillo medieval declarado bien de interés histórico-artístico.

Es un dato recogido en un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía, entregado al juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que mantiene en la cárcel a Díaz Ferrán desde el 4 de diciembre de 2012 acusado del vaciamiento patrimonial de Viajes Marsans para no pagar a los acreedores de la empresa,  a quienes debe unos 400 millones de euros.”

(De la prensa nacional)

¿No se acuerdan de Díaz Ferrán? Fue el anterior presidente de la CEOE y en su discurso venía a decir las mismas cosas que dice el actual. Era el “empresario modelo” para Esperanza Aguirre y donante preferente del PP. Está en la cárcel acusado de una docena de delitos y unos débito superiores a los 400 millones de euros.

Pues el periódico “El Mundo” y el panfleto “La Ración” nutren a sus lectores diariamente con datos a cuentagotas de la querella que el sindicato -¿?- “Manos Limpias” ha puesto contra la UGT de Andalucía, a la que como no podía ser menos, se han adherido el PP y UPyD.

Aclaro que nunca he sido militante de UGT y que, en otro tiempo, competí, duramente, con sus líderes y políticas sindicales, pero ahora, por un quítame allá esas gambas está siendo linchada por la derecha mediática de esto que llamamos  patria o peña con moscas fascistas, por encargo con comisión de la banca especulativa, también nacional.

Si la UGT ha desviado fondos destinados a otros usos para gastos generales del sindicato  debe ser condenada. Por lo pronto, en un gesto que le honra y que deberían seguir todos los implicados como presuntos desviadores, comisionistas o cobrasobres,  ha devuelto las cantidades en litigio o presunción.

Pero lo llamativo del caso son las cantidades por las que los órganos de  propaganda del nacionalpeperismo mantienen una diaria campaña de desprestigio, con la oculta intención de que los ingenuos lectores o militantes alcancen el “todos son iguales” que los liberaría de sus abundantes latrocinios y corrupciones y liquiden el sindicalismo como forma de defensa ante sus latientes atropellos.  

La cantidad más llamativa, presuntamente desviada, corresponde a una factura de 2.000 euros, como resultado de una comida de feria, en homenaje a 20 sindicalistas jubilados, pero en la que participaron hasta 200 personas. Quiere decir que salieron a cerveza y gamba por cabeza.

Por ese “volumen” el PP se adherido a la querella y solicita la “inmediata dimisión” y depuración de todo sindicalista que huela a marisco en veinte kilómetros alrededor de la sede ugetista de Sevilla.

¿Por qué no se aplican el cuento y su propia medicina y dimiten hasta el portero  de Génova 13?

En serio. Este es un país cínico y miserable. Alguien, empresario modelo y donante, puede robar 88 millones y deber otros 400 que nadie, y mucho menos que nadie el PP y Manos Limpias, se van a querellar contra él. Se querellan, calumnian y desprestigian a 20 sindicalistas que se toman una cerveza con gambas en Feria.

Se instalan en la “limoná” y se olvidan de la “chicha”.  En el pecado llevan la penitencia. 

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Asalto y robo al tren de las pensiones


Dijo una voz popular: “Se coge antes a un mentiroso que a un cojo”. Y Rajoy es cojo. Y mentiroso.  Este ectoplasma de presidente dijo en sede parlamentaria tras la visita de Mario Draghi, con el tono de falsa solemnidad que le caracteriza: “No tengo la intención de bajar las pensiones el año que viene; sería la última partida presupuestaria que tocaría”.

Y ahora, el trámite de Ley de la Reforma del Sistema de Pensiones, que como toda ley tiene que llevar la adenda presupuestaria correspondiente, calcula que entre 2014 y 2020, la tal reforma proporcione al Estado 33.000 millones de euros. De “ahorro”, dicen, entre el cinismo y la más absoluta desvergüenza.

Quiere decir que la “partía de Rajoy” y sus bandoleros le van a pegar un trabucazo a los pensionistas de este país de 33.000 millones. Que se dice pronto.  Después de haberle condonado 36.000 millones a los bancos, después de haberse cargado todo factor de progreso en la legislación laboral, después de establecer el repago de los medicamentos, subir el IVA, el IRPF y escalar tropecientas veces en la factura de la luz. Mientras ellos se financiaban ilegalmente durante milenios, cobraban dobles y triples sueldos, y dietas y registros de la propiedad de sobaquillo, desayunaban, almorzaban y cenaban en restaurantes de lujo con cargo al presupuesto y su déficit.

En esta perfecta ecuación del robo y el atraco a los más débiles, Rajoy se convierte en el más mentiroso y ladrón  de los personajes de nuestra historia que vieran cielos, tierra, soles y lunas. No es que diga una mentira, es que todo lo que dice es mentira y su “labor” de gobierno le equipara al Tempranillo y al Pernales, con la diferencia de que estos robaban a diligencias o terratenientes más o menos individualmente y la Trotana roba a gran escala a todos los débiles de un país.

El nuestro es un país de pícaros, trashumantes y ladrones. Pocos, a la altura de Rajoy y su Gobierno.  No hay más que ver la cara de lechuga de la ministra – o lo que sea- Báñez, al anunciar el “gran robobo de la jojoya”.

El viceportavoz de Asuntos Sociales del PP, Rafaelito Bodegas, digo Rafael Merino, parlamentario por Córdoba, ha dicho: “Los pensionistas tienen que estarle agradecidos al Gobierno del PP porque no le ha congelado las pensiones”. Y se fue sin hacerse la prueba de alcoholemia

Abandonando todo frivolidad. En este tiempo, circunstancia y paisaje, ¿no habría capacidad de convocar a los ocho millones de pensionistas a La Moncloa para darle, simplemente, un manteo, a esta excrecencia de gobernante?

Yo pondría la manta.

 

 

sábado, 14 de septiembre de 2013

Mi padre


(De mi libro sin publicar. “Memoria de veranos, pájaros y estrellas”)

 

Delgado, menudo, seco. Serio, severo, austero. Ajeno a cualquier lujo. Frugal.  Dispuesto.

 

Trabajar todos los días y a todas las horas. Dormitar sobre la mesa. Leer el periódico todo el día de cualquier día libre. Esperar, en vano, que cayera el odioso régimen. Confiado en los maquis, en los aliados, en la reacción del pueblo. En vano.

 

Republicano, albañil, carpintero, funcionario de carrera por oposición, depurado por “desafecto al régimen”.

 

Lucho en el frente de Madrid. Espíritu del Sur –odiaba el frío- estuvo tres meses en el frente del Ebro con mínimas de -20 º C.

 

Blasfemo empedernido, odiaba medularmente a Franco, a los curas y la Iglesia. Admirador de los profesionales de “su” oficio y de las herramientas, atribuía el progreso a estas.

 

Arrojado desde su infancia al trabajo en el campo, admiraba las máquinas, las cosechadoras, los molinos eléctricos, los tractores…

 

Sólo le interesaban las “noticias”, el periódico y la radio. Oía a escondidas “la Pirenaica” y admiraba a Azaña, Negrín y Largo Caballero. A Modesto, Dolores y Durruti. Solís le sacaba de quicio y una docena de blasfemias.

 

Nunca supo lo que era un hotel. O un restaurante. Y para él sólo existían las fondas.

 

Su felicidad era rajar una sandía en verano o abrir un melón y juzgarlo sumariamente. Si no superaba la prueba era condenado a ser picado, como un vil pepino,  en el gazpacho.

 

El primer gobierno socialista de la democracia le reconoció su condición perdida de funcionario y al viejo bolchevique le blandenguearon las ideas. Se hizo valedor y votante de aquellos del capullo y la rosa. Nunca se lo perdonaré.

Delgado, menudo, seco. Mi padre.

 

 

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Un Congreso con goteras


 

La humedad calaba hasta los tuétanos la esencia de la democracia. El Partido de la Podredumbre impedía preguntas, mociones, comisiones e investigaciones sobre su corrupción desinhibida y profesional.  Y llovía, sobre los tejados del Congreso, de la Democracia y de la Verdad. Y sus goteras empapaban de mentira los escaños, los sueldos y las dietas. Y la honestidad se quedaba humedecida de mentiras.

“Su historia es una patraña envuelta en una mentira que, finalmente, desemboca en un embuste", dijo —parafraseando al dirigente británico Winston Churchill- uno de los “mojados” por aquella gotera chapucera.

Un gran embuste que quería tapar un gran robo, masivo y reincidente en el tiempo, que destruía pruebas, ordenadores, discos duros y agendas de secretarias compradas al precio de sobre y que mentía, con empacho, en el Parlamento, en la prensa y en los plasmas.

Era eso, una plasma, un escombro, una reverencia al latrocinio, del mal llamado “gobernante” de aquel país de chorizos y morcillas. Una democracia chapucera y goterosa, contemplada desde afuera; maloliente y desvirtuada, hasta el límite del Golpe de Estado, desde dentro.

Tal era la fuerza de aquella fatalidad que arrastraba su basura por todo la desgracia de País, e inundaba Autonomías, Ayuntamientos, Fiscales, Jueces y Medios de Incomunicación, y el abismo se asomaba en forma de marhuendas, cospedales y florianos, que tomaban su inspiración desde sus propios zapatos, manchados de barro y agua corrupta de sus goteras.

Era un circuito obsesivo: el partido, la donación, el sobre, la dieta y la mentira parlamentaria. Que aplastaba la cabeza de los vencidos por el Gran Robo: los asalariados, los pensionistas, los probos funcionarios de sueldo recortable. Una maquinaria de destrucción que se retroalimentaba de recortes y ladrones. Por igual.

Pero entre jeroglíficos y cenefas ocurrió lo inesperado. A fuerza de goteras, de mentiras y fraudes repetidos, se hundió el techo de aquel Congreso y perecieron, ahogados en la gran ola cenital que se formó, el Gran Mentiroso, sus Acólitos de la Fraudulenta Mayoría, la Oposición Mojada, los Conserjes y Secretarias, sus Gin-Tonics de módico precio.

Todas sus horas estaban –están- contadas.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Café with milk in Mayor Square


Insultante analfabeta. Arrogante analfabeta. Consorte analfabeta. Desde la más absoluta nada ha llegado a las más altas cotas de estulticia. Analfabeta.

Puede descansar en un spa con un mortuorio lleno de adolescentes. Puede confundir a Aristóteles con Arquímedes. A un “museus” con un museo. A un burro con una escalera. Es una burra. Analfabeta.

La nada. El vacío. El cero. Subida en un cargo pegado a una deuda. Es un laberinto que vive dentro de la incultura. Nadie sabe, exactamente, que inglés habla. Ni siquiera sabe si habla. Es  una máquina de decir sonidos alrededor de su nada. Es la vida cotidiana en forma de sonido monocorde. Le pega patadas al diccionario y a la mente. Y sobrevive. En el cero. En la nada. Analfabeta.

Asesina, cada vez que abre la boca, a la razón, a la política y a la gramática, pero sigue montada en su trama, en su burra sin discernimiento. Es una burra. Analfabeta.

No la comerá el fuego eterno de la vacuidad, subida en un cargo por su consortidad. Es la inmoralidad mental sin garantía alguna. Es una madriguera de errores. Un peluquín confeccionado al vacío. Un cerebro con pelo, sólo. Analfabeta.

Es un cráneo hervido, un pámpano en la ruta fascista, una innombrable con bastón de mando. Una captura sin urnas. Una urna sin votos. Analfabeta.

Ha perdido una olimpiada, cincuenta hospitales públicos y una ciudad de piedra. Un fulgor de la política, un eslabón en una deidad caída. La esposa de un bigote fascista. Analfabeta.

Tiene una flor en salve sea la parte. Analfabeta.