sábado, 17 de noviembre de 2012

El abandono de las políticas de dependencia, mata


 

La Policía Local de Astorga (León) encontró a  última hora de la tarde del viernes los cadáveres de dos mujeres que llevaban muertos varios días en una vivienda de esta localidad. Las fallecidas eran madre e hija de 82 y 40 años respectivamente, que llevaban muertas varios días. La investigación ha determinado que la madre, M.P.F. falleció por causas naturales y, posteriormente, su hija, que padecía deficiencias físicas (era invidente) y psíquicas importantes, murió al carecer de los cuidados necesarios.

Hasta aquí una noticia sacada de la crónica de sucesos. Pero nos equivocaríamos gravemente si nuestras conciencias y sensibilidades se limitaran a un ejercicio tan habitual como simplista.

El torrente de utilitarismos económicos, la medición estricta en términos de ahorro o recorte de las imprescindibles prestaciones sociales,  que ha recaído sobre nuestra sociedad, hacen posibles sucesos como este.

Nuestra sociedad mata. Empuja a los desahuciados a tirarse por una ventana y hace que una ciega, perezca sin cuidado,  a lado del cadáver de su madre.

Es muy fácil llegar al gobierno, o a un ministerio, engolarse de liberalismo y modernismo financiero, y cuadrar unas cifras presupuestarias eliminando la asistencia a personas dependientes. Con estas consecuencias.

El éxito de las movilizaciones sociales contra los desahucios, quizá haya que desproveerlo de toda aureola épica. 400.000 personas habían sido ya desahuciadas en nuestro país. Estimaciones muy certeras estimaban que en los próximos años se podrían alcanzar los dos millones y medios de lanzamientos.

¿Cómo resistiría la opinión pública este rosario diario de atrocidades?  Los dos principales partidos de nuestro país, que hasta hace unos meses se habían negado, votando en contra o en blanco a propuestas como la dación en pago, a modificar una legislación medieval y denunciada en términos legales por la UE, han tenido  que plegar velas y como descosidos se han puesto a encontrar soluciones de urgencia. Sin acuerdo y con un parche, tipo “caridad cristiana” con mil condicionantes, como resultado final

La sacrosanta idea de la propiedad privada imperante en España se ha visto amenazada de raíz y el efecto expansivo y de llamada era muy de tener en cuenta. Los principales partidos de nuestro país se pueden quedar para hacer calceta. Y mientras tanto, siguen los suicidios. O asesinatos.

¿Qué pasará con el abandono de las políticas de dependencia? ¿Cuántas personas dependientes tendrán que morir solas o de abandono?

Dos visionarios políticos españoles, de distinto signo, vieron “brotes verdes” de nuestra realidad en los peores momentos.  ¿No podría yo, desde la respuesta masiva que dio el pasado miércoles  la ciudadanía española, pensar que esta política de la insolidaridad, del nulo respeto a las necesidades de los más débiles y del recorte impuesto tiene los días contados?

¡Si se han frenado (pírricamente) los desahucios, porque no frenar,  o extirpar, a los desahuciadores!

jueves, 15 de noviembre de 2012

La mentira como sistema, norma, ley y procedimiento


 

A estas alturas resulta obvio que Rajoy es el mayor mentiroso de toda la historia hispana. No es que haya dicho alguna mentira, es que “todo” lo que ha dicho es mentira: no iba a subir los impuestos, no iba a subir el IVA, no iba a establecer el copago farmacéutico, iba a respetar los sistemas sanitario y educativo, el poder adquisitivo de los pensionistas, no iba a crear un banco malo, ni se iban a rescatar los bancos con dinero público… Cada que vez abre la boca dice una mentira, si cabe, de mayor alcance y relevancia que la que le ha precedido.

En su entorno (partido, ministros, prensa cavernícola o mediática, palmeros…) se ha creado un efecto de emulación. Todos mienten.

Cualquier hecho que sacuda la vida nacional es afrontado desde la mentira, desde el apriorismo interesado, desde la absoluta falta de respeto a la verdad, a la realidad o a las personas que lo protagonizan.

Las portadas, los editoriales, los comentarios, las tertulias de ABC, La Razón, El Mundo, La Gaceta, Intereconomía, Libertad Digital y demás cavernas de la desinformación están plagadas de monumentos a la estulticia, un camino directo, por otra parte,  al fascismo mental y militante.

Que un ¿periodista? como Herman Tertsch, columnista de ABC y comentarista de Telemadrid, deje grabado, con visos de actualidad al directo, su comentario sobre el desarrollo de la Huelga General un día antes de que se celebre es bien revelador. Es el mismo apriorismo que tienen todos.  Sus cuatro neuronas activas le dicen el “análisis” de la realidad que tienen que hacer, que guste y contente a lo accionistas de la banca de su medio y todos tan contentos. Es la realidad acomodada a su status, un paso inextinguible hacia la absoluta falta de rigor y la claudicación sin reservas de la razón y la inteligencia.

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, se ha vuelto a cubrir de “gloria”, digamos. Por el mismo procedimiento que Tertsch, había cifrado el número de asistentes a la manifestación de Madrid y allá que lo soltó. 35.000.

¿Tendrá esta señora, de marido huido de la Justicia,  alguna idea del pudor, la dignidad o el decoro mental?

No hay la más mínima duda. Estamos otra vez ante las “dos Españas”. Con una sensación salobre en el paladar, constato que hay una España que componen Rajoy, Cospedal, Montoro, Esperanza Aguirre, Rouco, Cifuentes (antes de tomarse “algo”), los banqueros, los curas, Tertsch, el ABC, Marhuenda, La Razón, García Serrano… y otra en la que tratan de vivir los expoliados, de sus trabajos, de sus viviendas y… de la verdad.

Se aprende bien que es el imperio de una nueva fe. Su física y su biología se construye sólo con mentiras.

martes, 13 de noviembre de 2012

El palafrenero de Rouco


 

Ahí donde lo ven, este meapilas del Opus es “ministro” de una cosa con porras y cascos a la que los guripas llaman “Ministerio del Interior”.

Pero no se crean, el señor Fernández no tiene su principal obediencia en el Partido Popular, ni siquiera en esa “illuminati” de Blanes llamada por nombre Alicia, no, don Jordi, digo don Jorge I de Fachadolid, a quien realmente representa y guarda ovejuna obediencia es a Su Eminencia Reverendísima, Antonio María Rouco Valera, un facha con sotana y caradura de no te menees.

¿Y  tú que vas a ser de mayor?

-Mitad cardenal, mitad facha.

¿No son la misma cosa?

No. Los cardenales numerarios del Opus, mean agua bendita.

 

El finado Fernández, como diría Pepe Iglesias “El Zorro”, se ha pasado tres pueblos y veinte aldeas cuando se ha posicionado en contra del dictamen del Tribunal Constitucional que rechazaba el recurso de su partido o peña derechosa en contra del matrimonio gay.

¡Pero hombre, don Jordi, usted no aporrea, gasea y magulla a cientos de manifestantes por un quítame allá esas pajas legales de si han pedido o no autorización para reunirse o manifestarse!

 ¡Y ahora viene el beato y se declara en contra de la ley y de sus  interpretes sin dimitir un minuto y cogiendo las porras para la próxima!

-          Oiga, Pato, ¿es cierto que usted reza el rosario en el puente aéreo?

-          Los caminos hacía la santidad son infinitos.

-          ¿Y sus tres hermanos enchufados, su cuñada y su mujer, son “santos” ya?

-          Si sigue por ese camino, lo excomulgaré con la bendición de Su Eminencia.

Y es que estos peperos viven instalados en la ley del embudo. Lo ancho para ellos, que cobran sueldos y dietas sin recortar como ministros de ese cortijo de “la Trotona de Pontevedra “y enchufan de tapadillo a su numerosa familia,  y lo estrecho para los obreretes, los progres de medio pelo y los escolares con frío.  Y además enchufa a su mujer en el ministerio un mes antes de se convoquen las elecciones. ¡Milagros de rezar el rosario!

Ahora, cuando todo el peperío y socialistas con aromas se han convertido a la nueva fe populista  de ayudar a parar los desahucios, don Jordi, va de legal antiguo y apoya a los bancos, que son su segunda santidad después del cardenal de la cara vinagre.

 

-          Pato, tu fe cristiana y cardenalicia te salvará, si llegado el momento las hordas marxistas vuelven al poder.

-          No tendrán opciones. Entre Gallardón, José Mari y yo les daremos para el pelo.

-          Pero, en voz baja .eh?

-          Los del Opus y españoles, somos así señora.

-          ¿Y el cardenal, ronca todavía?

-          No, ahora solo cuenta sus monedas. Y las de la Conferencia. Que son suyas también.

Don Jorge es más facha que las gallinas de Hitler pero se ha propuesto santificarnos. A palos, pero santos. Y allá que se va en busca de gays, madres solteras, rojos, sanitarios, mineros o maestros a los que aporrear y “santificar” a gusto,  a golpe de doctrina santificada.
Es un palafrenero ministerial. Del caballo de Su Eminencia

lunes, 12 de noviembre de 2012

Romance sonámbulo de la Huelga General


Huelga que te quiero grande.

Huelga fuerte.  Lucha alta.

El obrero  sin  el sol

y el banquero con ventanas.
 

Con despido en la cintura

ella sueña en su baranda,

huelga dura, huelga alta,

con ojos de desahuciada.
 

Huelga que te quiero huelga.

Bajo la España quebrada

los  fascistas gobernando

y los parados sin dádivas.

 

              *

 

Huelga que te quiero grande.

Grandes burbujas de inmuebles

vienen desde los  banqueros

rumbo de la gran estafa.

Rajoy , hace recortes

con sus tijeras de águila  

y la Fátima en el Rocío

con la CEOE  se las traigan.

¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...?

La Merkel, la tía alemana,

y su prima, la del riesgo,

nos meten pesada carga.

 

              *

 

Comadre, quiero cambiar

mi deuda  por altos guindos,

mis parados por su riesgo,

mi Montoro por su manta.

Comadre, vengo sangrando,

desde el desastre  de Bankia.

 

Si yo pudiera, mocito,

ese trato se cerraba.

pero yo ya no soy yo,

ni Alemania es ya Alemania.

 

Comadre, quiero morir

como Franco y en  mi cama.

De viejo, si puede ser,

con los guerteles  de sábana.

 

¿No ves la herida que tengo

desde el Matas a la Esperanza?

Trescientos casos corruptos

lleva mi pepera blanca.

 

Tus cuentas rezuman trampas

alrededor de tu “casa”.

Pero yo ya no soy yo,

ni Alemania es ya Alemania.

 

Dejadme salvar al menos

A Rato, la Botella y Camps,

dejadme salvar, dejadme,

al tío Botín y al Vizcaya,

barandales de Suiza

entre sus cuentas blindadas.  

 

              *

 

Ya suben los dos compadres

hacia sus cuentas cifradas.

Dejando un rastro de sangre.

Dejando un rastro de lágrimas.

Temblaban al sol de los lunes

seis millones de parados,

víctimas de falsa  crisis,

que herían las “dos” Españas.

 

              *

 

Huelga que te quiero huelga,

Huelga grande.  Huelga grito.

Los dos compadres subieron.

El largo paro, dejaba

en la boca un raro gusto

de hiel,  de estafa  y  de facha.

 

¡Compadre! ¿Dónde está, dime?

¿Dónde está mi “prima” amarga?

 

¡Cuántas veces te esperó!

¡Cuántas veces te esperara,

cara dura, despido fácil

desde tu Moncloa  falsa!

 

 Sobre el rostro del Aznar,

el obrero  sin  el sol

y el banquero con ventanas,

y desahucios  de fría plata.

Un carámbano de Wert

lo sostiene de las trampas.

La noche su puso íntima

como una pequeña plaza.

Guardias civiles borrachos,

en las puertas golpeaban.

Verde que te quiero verde.

Verde viento. Verdes ramas.

El obrero  sin  el sol

y el banquero con ventanas.

 

sábado, 10 de noviembre de 2012

No es suicidio, es asesinato.


 

 

Un vecino de Granada con iniciales J.M.D.A. y de 54 años se suicidó poco antes de ser desahuciado.

 Un hombre permanece hospitalizado a consecuencia de las heridas que sufrió tras tirarse desde el balcón de su vivienda de un segundo piso en Burjassot (Valencia) cuando iba a ser desahuciado de la vivienda por una comisión judicial.

  Lourdes,  perdió el hijo del que estaba embarazada a la semana de ser desalojada a la fuerza de su casa en el barrio del Campo de la Verdad de Córdoba.

 Una mujer se ha suicidado  en Barakaldo cuando iba a ser desahuciada de su vivienda, según han informado fuentes de la Policía vasca. La fallecida era la esposa de un exconcejal del PSE de Barakaldo.

Las crónicas, los redactores de sucesos, el periodismo ascético, le llama “suicidios”, pero se equivocan. Son “asesinatos”.  De Estado.

De un Estado asesino de vidas, libertades y derechos. De unos gobernantes que están completando una demolición fascista del mal llamado “Estado de bienestar”. De una estafa organizada a la que llaman “crisis”.  De la humillación, enfermedad y muerte de millones de personas de una sociedad crédula que no llega a ser lo suficientemente enérgica en sus protestas, en sus manifestaciones, en sus huelgas.

Este Estado mata, mientras legisla, indulta y amnistía a los defraudadores, a los banqueros que les prestan a sus partidos créditos que nunca devuelven, a los saqueadores de burbujas inducidas, a los saboteadores de la Salud, la Cultura y la Educación.

Con una urgencia, tan sospechosa como culpable, los principales responsables de 400.000 desahucios, se han reunido para “tomar medidas” y hasta un maldito cardenal, Anticristo de la Verdad, pide a los afectados que recen, cuando hace dos meses llamó a los guardias de su amigo, ministro del Opus, para que los desalojaran de la Almudena.

Es sabido que el PP y el PSOE votaron en 2011 en contra de la dación en pago. Todavía en marzo de este año, el PP convalidó en el Congreso un decreto de dación en pago tremendamente restrictivo y el PSOE se abstuvo en la votación.

¿A quién quieren engañar ahora?

Demasiada claridad, demasiado horror, demasiado dolor. La atmósfera se ha cargado de robos, atracos y saqueos y una ola de sentimientos, (rabia, ira, descreimiento, arrebatos incendiarios…) nos invaden.

¿Sólo una jornada de huelga?

Mienten, y vuelven a mentir. No son suicidios. Son asesinatos.

jueves, 8 de noviembre de 2012

¡Que no, que no nos representan! (Cuento chino de Navidad)


Con el otoño al fondo, con las lluvias regando sementeras, embraveciendo arroyos y atarjeas, con los ojos llenos del color dorado y húmedo, se nos anuncia en el horizonte en crisis, una nueva y temible Navidad.

Los que tendrían que ser “hombres de buena voluntad” están, en masa, en el desempleo, en la “gloria y en las alturas” sólo están algunos políticos y los  directivos de la banca, no hay “paz en la tierra” y mucho menos en las conciencias y una recurrente y masiva ola de consumismo teledirigido, nos amenaza, como cada año en estas mismas fechas.

Los empleados públicos, los funcionarios, van a afrontar estas navidades sin paga extra. Los “señores de los recortes” y los “legionarios del Cristo neoliberal” van a amargar la vida, las uvas y las cabalgatas de Reyes de media humanidad.

Dicen, esos señores de verbo maquillado que  nos gobiernan desde su sillón de mentiras, que es un “sacrificio inevitable”, pero, en realidad, los que son perfectamente evitables, eludibles y hasta casi extinguibles son ellos mismos. Y sus reformas. Y sus recortes. Y sus leyes. Y sus parlamentos y democracias de precariedad.  ¡Que no, que no nos representan!

Van a ser unas navidades amargas, depredados por el paro, con la pobreza mordiendo la moral y el hambre de millones de personas y, además, con la carnaza añadida de una incentivación irracional al consumo y a la felicidad alcohólica, orientada y dirigida por abundante publicidad engañosa.

Uno, todavía siente capacidad para asombrarse, cuando descubre las indemnizaciones multimillonarias que los mayores responsables de este desaguisado han cobrado con la aquiescencia de supuestas autoridades, económicas y políticas. Un universo refinado de ladrones, una severa penitencia de chorizos designados por los partidos políticos que han agujereado las cajas, los bancos y la economía de todos y nos han dejado en los huesos y tiritando. Y todavía no hay ninguno en la cárcel.

Eluden las palabras, la verdad y los nombres propios. Evitan pronunciar “crisis” y “rescate”, y se maldicen a si mismos, porque en realidad son “estafa” y “secuestro”.  Una agresión sin par tanto a la razón como a la mayoría.

Nos desearan “mucha felicidad” y nos largaran sus protervos discursos de Navidad y Año Nuevo. Sin que nadie los crea o los escuche, con ecos aún de safaris de elefantes, con el turrón duro y amargo y con el insincero llanto por un país saqueado por sus impunes.

Luces callejeras, champán, trajes dorados, mazapanes y eslóganes desteñidos nos esperan.

Francamente, hay que tener mucho cinismo –el que tienen- para que encima tengamos que soportar sus falsos deseos de felicidad en tópicos plazos.

¡Que no, que no nos representan, ni ellos ni “su” Navidad!

viernes, 2 de noviembre de 2012

Mientras que nos queden puños, uñas y saliva


 

Estaba convencido de que la crisis nos había vuelto insensibles. Que cada hora pasada entre millones de parados o desahuciados era un peldaño más hacía la total intoxicación social a que nos aboca el sistema.

Pero días pasados comprobé que no. Me impactó la noticia del suicidio de un hombre en Granada horas antes de ser desahuciado. Era una sensación que recibía en el cerebro pero que rápidamente se trasladaba al estómago.  Una abdicación de mis vísceras.

No nos sirve este Gobierno. No nos sirve este Estado. No nos sirve esta Constitución. No nos sirve esta Democracia.  Un sistema que produce tanto dolor humano, que se alimenta de cifras y recortes y que ignora, que detrás de cada dato macroeconómico está el padecimiento y el sufrimiento de miles de personas está fuera de cualquier reducida consideración de utilidad.

Le llaman democracia y no lo es, proclama un grito de la indignación. ¿Y cómo va a serlo? ¿Se le puede llamar “gobierno del pueblo” a un acto mas propagandístico que real, por el que depositando un voto cada cuatro años se pretende legitimar por la mayoría absoluta un atentando tras otro contra la salud, la educación, la cultura, la libertad, el espíritu y los sentidos de todos?

¿Cómo puede el simple hecho de que yo deposite un voto a una monda de letras en un momento determinado, legitimar y dar por válida mi opinión, pongamos por caso, a que se desaloje a las personas de sus casas y se destinen 70.000 millones del dinero de todos a “salvar” a un conglomerado de ineptos con cuello alto llamado “banca” que, además,  hacen de ejecutores y verdugos?

El destino de la humanidad es incierto. La voracidad y la rapiña de unos pocos infinita. La única legitimidad que puede tener un sistema, superado Juan Jacobo Rousseau, es que el “contrato social” presente un saldo favorable.  Pero con seis millones de parados, trece millones de pobres, 512 desahuciados al día, el 25 % de la población infantil por debajo del umbral de pobreza, ¿cómo va a ser favorable ese saldo?

Tenemos a la música, la literatura, la amistad, el amor y la solidaridad con los demás como lugares donde refugiarnos, pero el espíritu neto de esta sociedad es la infelicidad.  Una altanera destemplanza, sin patria y sin gobierno.

Me quedó con la reacción del gato de la familia cordobesa desahuciada hace unos días. Mordió, arañó y maulló antes de que intentarán, sin conseguirlo, echarlo de su casa.

No sé si los gatos leen. Y es mas, no se si los gatos leen poesía. Para mi que este gato había leído a Miguel Hernández: “Mientras que nos queden puños, uñas, saliva y nos queden, corazón, entrañas y tripas, cosas de valor y dientes”.

Antes de claudicar, de suicidarse, hay que  hacer como el gato.

 Y como Miguel Hernández.